La Voz de Galicia
Serantes
Tecnología y productividad en movilidad
Seleccionar página

En los foros sobre dispositivos móviles es muy habitual ver conversaciones en las que alguien dice que es una pena que tal dispositivo no incorpore conexión Wi-Fi, mientras que otro responde que sí que tiene otras opciones incluso más rápidas (HSDPA) y que, total, gastándose churricientos euros en un terminal, no ve por qué no puede gastarse «un poco más» contratando una tarifa de transmisión de datos.

Aunque este argumento ya sería discutible si todo fuese como nos hacen creer, normalmente no se menciona un problema: la cobertura. Creo que no son precisamente mayoría los usuarios que disfrutan constantemente y sin problemas cobertura 3G (en parte escribo esta entrada por curiosidad, para que me corrijan si me equivoco), incluso en ciudades importantes. Así, al final te ves obligado a configurar el teléfono en modo dual (GSM/3G) y cada poco tiempo el terminal se queda sin cobertura 3G, con lo que tiene que volver a la GSM para volver a la 3G cuando puede. De este modo, no solo estás perdiendo cobertura durante un rato cada cierto tiempo, sino que la batería se resiente muchísimo. Si a eso le unimos el gran consumo de batería necesario para conectarse a las redes 3G cada cierto tiempo para consultar el correo o navegar y amortizar así esos euros que pagamos a mayores, pocos son los terminales capaces de aguantar el día.

Yo al menos siempre que tengo un terminal con conectividad 3G termino seleccionando la red GSM de forma manual y cambio a 3G en momentos muy concretos, cuando necesito una conexión más rápida de forma puntual. Por ello, sin duda para mí sigue siendo muy importante que el terminal que use disponga de conexión Wi-Fi y de una buena autonomía. ¿Qué opináis vosotros?