La Voz de Galicia
Serantes
Tecnología y productividad en movilidad
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Esta semana está siendo muy intensa en cuanto a horas de trabajo empleadas para la empresa y pocas empleadas para mi familia y para mi, que son las que verdaderamente importan.

En estas estoy, cuando me pregunto cuánto (sí sí, cuantitativamente) te ayuda un ordenador de bolsillo en estos momentos en los que la cantidad de trabajo a sacar adelante no te deja levantar la cabez y mirar hacia esa pantalla que siempre te acompaña, al menos en mi caso.

Estos días tan sólo he utilizado el ODB como teléfono móvil, ni he aprovechado la capacidad de navegación por internet, ni he utilizado la visualización de fotografías, libros, la escucha de archivos de música…nada, sólo como teléfono; mucha conversación corta en la mayoría de las ocasiones y sí recepción de mensajes de texto informándome que cuando tenga tiempo sería interesante que le eche un vistazo a la bandeja de entrada de correo electrónico.

He visto  que si la tarea es continua y absorbente, un ODB no te puede ayudar mucho «durante» la misma, pero lo que sí he podido certificar es que la preparación de la tarea se puede realizar de maravilla con ella, en incluso algo tan simple pero útil como las notas o las tareas se convierten en tu aliado para recordar llevar a cabo acciones al llegar de vuelta a la oficina

Habitualmente hago una utilización «en continuo» del ordenador de bolsillo, es decir, desde que funciona como despertador a primera hora de la mañana, hasta que vuelve a su posición en la mesita de noche tras una breve pero intensa navegación nocturna, recibe un montón de entradas de datos y salidas de información; pero esto sólo es verdad si el ritmo de trabajo no es intenso, si tienes tiempo para planificar o replanificar; si más adelante te ves inmerso en el trabajo, tu PDA no te va a ayudar, por ahora no sacan trabajo de creación o inventiva, así que te lo tendrás que montar tú solito.

Esta reflexión me ha llevado a pensar que mi utilización de equipos de bolsillo con teléfono móvil incluido en los últimos tiempos puede ser una reacción inconsciente al hecho de no necesitar una Palm o un Pocket PC o lo que sea…en muchos momentos de la semana. Quizá tampoco el teléfono lo «necesite», pero está claro que tanto a nivel profesional como personal lo consideramos la mayoría imprescindible.

Y como conclusión, me pregunto: ¿no sería mejor que me hiciese con un terminal telefónico completo, con o sin ODB, más un dispositivo volcado en la multimedia?.

Jornadas de reflexión sin tiempo para reflexionar, vaya cachondeo!!!!

Un abrazo

david en serantes.es