Chusquete nos regala una nueva entrada que nos hace reflexionar. Opinad, que es gratis.
De unos años para acá, a la vez que empezábamos a percibir el correo electrónico como un arma de doble filo cuyo abuso podía reducir la productividad en lugar de incrementarla, el push-email se popularizaba.
Hasta no hace mucho identificábamos el push-email como una solución para dispositivos móviles orientada a profesionales y ligada a una empresa-dispositivo concreto: RIM-Blackberry.Una solución que requería además del concurso de la operadora de telefonía móvil (para que aburriros con detalles técnicos).
En la actualidad podemos optar en nuestros terminales por soluciones de push-email con empresas al margen de la operadora, con servicios de pago o gratuitos, que sincronicen sólo el correo o todas las PIM. Incluso, si nuestras cuentas de correo residen en servidores IMAP-IDLE (por ejemplo Gmail), podemos disponer de push-email por completo independiente de la operadora y de terceros intermedios.
Esto es, push-email, para todos…
Pero llegados a este punto, y aunque a mí esta mañana el push-email me acaba de prestar un gran servicio, ¿es razonable para todos/para todo esta forma de manejo del correo electrónico?
No niego que haya gente que por sus condiciones laborales encuentre en él una alternativa rentable a los SMS. E incluso que sea útil para usuarios corrientes en cuentas de correo muy particulares.
Sin embargo, me parece que nos estamos olvidando de lo fundamental, que el correo electrónico corresponde a una forma de comunicación asíncrona, que cuando le escribes a alguien no debes esperar una rápida respuesta (si no mejor utiliza otro medio) y que como receptor debes ser dueño de elegir el mejor momento para revisar y responder tu correo electrónico.
¿A vosotros que os parece? ¿Instalaríais un sensor en el buzón de casa para que os genere un aviso cada vez que alguien echa algo e inmediatamente salir por patas a recogerlo? (por fortuna lo gadgets vienen certificados…y el cartero siempre llama dos veces 😉 )
Saludos
Chusquete
Yo veo el correo electrónico (y en gran medida, también Tweeter) como medio ideal para sustituir el abusivo SMS, como de hecho ocurre en países como Japón. Me gusta el que pueda ser asíncrono bajo elección: puedes verificar el buzón cuando te de la gana o usar el servicio de push a modo de SMS pero nadie te obliga a contestar inmediatamente (tampoco respondo necesariamente a los SMS de forma inmediata).
Al final todo depende de los hábitos y costumbres de cada uno: si recibes 10 mails por hora, tener activado un push que te lo este recordando puede ser un suplicio. Por otra parte si tienes una cuenta de correo personal en la que solo recibes lo indispensable puede ser toda una ayuda.
Es muy similar a lo que me ocurre a mi con los RSS, si te pasas añadiendo feeds te saturas pero si añades justo lo imprescindible es una bendición.
¡Hola!
De acuerdo…aunque en mi caso, el correo electrónico viene de mucho antes que los SMS y apenas he usado estos. Respecto al Tweeter…¡uff! eso entra en profundo conflicto con mi forma de ser.
En mi contexto de trabajo hace unos 15 años a nadie se le ocurría convocar una reunión a través del correo electrónico, se hacía pero siempre duplicando la de papel. Ya en este siglo, dejamos de usar el papel para estas cuestiones. Ha sido hace poco cuando he empezado a recibir correos en los que me plantean cuestiones sobre hechos que van a suceder unas pocas horas después.
En estas condiciones el push-email se vuelve muy útil y jugando con los filtros puede resultar soportable (el propio resulta soportable, el de la pareja insufrible). Aunque lo soportable también tiene que ver con el tipo de actividad que desarrolles, pequeñas tareas idependientes o largas tareas que requieran una gran concentración. Mi caso suele ser el segundo, así que a veces me desespero con este nuevo impuesto y añoro con fuerza los tiempos en que sólo revisaba el correo al llegar y un poco antes de irme.
De mi cuenta particular, en la que recibo unos pocos correos a la semana, siempre he tenido un sistema de alertas en el móvil (y tan contento oiga). Aquí lo poco eficiente sería tener que asomarse una y otra vez por un «inbox» que está casi siempre vacío.
Saludos.
Para mi el Push-mail simplemente no es imprescindible a nivel personal y me gustaría tenerlo conmigo a nivel laboral cuando estoy en movimiento; cuando estoy en la oficina prefiero seguir la rutina de consultar la bandeja de entrada periódicamente si tengo otra tarea «larga» que hacer, casi como un descanso.
En el ámbito de ocio he utilizado el Push-mail en varias ocasiones y siempre he acabado abandonando por no castigar a mi Santa Esposa con la llegada de un correo e. tras otro; hasta he probado no poner sonido, a tener sólo vibración, a programar de mil y una formas imaginable, pero siempre con el mismo resultado, desactivación total o como mucho solicitud de correo en la mañana temprano, para que al abrir los ojos lo segundo que vea (lo primero son las gafas, para ver lo segundo) sean los correos llegados durante la noche de sitios que llevan «otro horario».
Pienso que el corrreo e. debería de ser exactamente como el SMS según indicabais más arriba y si quieres un método síncrono, que tú lo puedas elegir conscientemente y que no sea el subconsciente el que te haga contestar de inmediato si no es extrictamente necesario.
Saludos
David Serantes
ha llegado un momento que el correo es impresindible y siempre voy con la BB, los sms los utilizo muy poco ( con mis hijas) y MMS ni se lo que es,