La Voz de Galicia
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Foto: Miguel Villar

Notificación y cobro en mano. La DGT ha puesto en marcha un sistema para poder sancionar a los conductores con residencia en el extranjero que son sorprendidos por los radares fijos de la autovía A-52  y a quienes hasta ahora resultaba imposible notificarles la infracción en su domicilio. Un dispositivo informático instalado en dos radares, los de Ribadavia (en sentido Benavente) y de A Gudiña (en sentido O Porriño) lee las matrículas de los coches que superan los límites y las transmite por vía telemática a una pantalla que incorporan los coches patrulla de la Guardia Civil de Tráfico. De esta forma, cuando el radar detecta una infracción, el lector de matrículas envía una foto a la patrulla. Los agentes examinan las imágenes y si ven una placa extranjera le dan el alto al vehículo infractor para notificarle la sanción al conductor y cobrarle en la misma carretera, en efectivo o con tarjerta. El año pasado se perdieron en esos dos radares 12.000 infracciones, que quedaron sin notificar, y sin cobrar, porque los infractores están registrados en un país extranjero. La mayoría de esas sanciones correspondían a vehículos portugueses.