La Voz de Galicia
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El gran peligro. Esta misma semana escribí un post que adquiere actualidad tras el reportaje que hoy domingo (14 de agosto) publica La Voz de Galicia sobre los conductores que los fines de semana eligen carreteras secundarias para eludir los controles de alcoholemia. Y también lo ponen de actualidad los sucesos de las últimas horas, ocurridos en Salamanca, donde murieron dos peatones arrollados por un conductor borracho; y en Cee, donde un coche, cuyo conductor dio positivo, se llevó por delante a ocho chicos. El alcohol mata. No avisa. Decenas de automovilistas salen cada día a la carretera con copas de más. Beben cuando quieren y lo que quieren. Son muchos los que creen que tener el carné les da permiso para todo. Y los fines de semana la cifra se multiplica. Cada madrugada de sábado y domingo, los agentes de la Guardia Civil de Tráfico y de las policías locales realizan una labor impagable: buscan en los controles de alcoholemia a los conductores de riesgo, a las bombas al volante. A aquellos que con exceso de alcohol o de drogas arrancan el coche sin importarles su vida ni la de los demás. Los guardias apartan de la circulación a los borrachos y así  salvan a los demás usuarios. Pero no pueden localizar a todos los borrachos. ¿Quién no ha oído alguna vez al simpático que cuenta cómo esquivó los controles policiales en una noche de borrachera? Explica que se fue por una carretera secundaria y que llegó a su casa sin multa. Ese conductor es el peor de todos. Es muy peligroso. Y solo es cuestión de tiempo que termine en una cuneta. Espero que no se lleve a nadie por delante.