La Voz de Galicia

Chillida-Leku

Vengo de Chillida-Leku, el caserío donde el escultor vasco organizó un muy peculiar museo con parte de su obra. Me gusta mucho Eduardo Chillida y me gustan poco los museos. Así que he estado visitándole en sus esculturas —empezando, claro, por el peine de los vientos, donde me hubiera pasado la tarde—, pero no tenía la menor intención de enfilar la carretera de Hernani para acercarme a Chillida-Leku. Un conjunto de acasos y algo de afán de agradar terminaron dejándome allí esta mañana. Y ahora estoy muy contento de haber ido y muy agradecido a quien me llevó. Las obras de Chillida son muy a propósito para la contemplación. Y como todo arte verdadero, sus trabajos se explican solos y a su manera, que requiere atención, parsimonia y, curiosamente, tacto. No me refiero ahora a la delicadeza en el trato con las personas y las cosas, que también, sino … Seguir leyendo

Modos de mirar

Me interesa mucho todo lo que tiene que ver con la mirada, con los modos de mirar y sus posibilidades. Me gusta darle vueltas. Cuando leo algo sobre esto y me parece verdadero, lo anoto: «La mirada que dirijo sobre el otro decide sobre mi propia humanidad» dice, por ejemplo, mi libreta negra, sin explicar de dónde lo he sacado. Esta semana llené casi cuatro páginas de esa misma libreta con una cita de Romano Guardini en torno al mismo asunto. ¿Por qué, a veces, no conseguimos ver? Miramos y no vemos. Nos miran y no nos ven. Nada puede ser más ciego que unos ojos sanos, bien conectados a un cerebro fuerte, pero dirigidos por un corazón enfermo o malvado. Por eso en la mirada se suele descubrir la primera señal de afecto o de enemistad. Todos saben que ante una mirada acogedora tienen posibilidades de ser entendidos, comprendidos, … Seguir leyendo

Tiempos de héroes

La historia del hombre que arriesgó su vida para salvar la de un niño de doce años está batiendo records de visitas en lavozdegalicia.es, que fue promotora y protagonista del reencuentro entre el salvador y el salvado.

Hace pocas semanas publicábamos la del patrón de un pesquero que se lanzó al mar para rescatar a un tripulante que se había caído. También arriesgó su vida, pero sin éxito.

Meses atrás La Voz se hizo eco del heroismo de un preso que tampoco dudó en zambullirse desde un barco para rescatar a un niño. Entonces publiqué esta columna en Nuestro Tiempo:

Redentores
El 6 de junio un preso salvó a un niño de dos años de morir ahogado. La historia quizá sea conocida: Javier Blanco disfrutaba de un paseo en goleta por la bahía de Santander con otros reclusos y unas cuantas personas más, entre las que se encontraba la … Seguir leyendo