La Voz de Galicia

Leí hace dos semanas el artículo de Pablo Iglesias en New Left Review, titulado Understanding Podemos (Para entender Podemos) y pensé que el líder del nuevo partido había cometido un grave error al publicarlo. Supuse que en los días siguientes se produciría un alud de comentarios, pero no. Ha pasado prácticamente inadvertido. Quizá porque es largo, 15 páginas, o porque está en inglés. O porque no dice nada que no hayan advertido antes sus críticos. Aunque la ausencia de glosas quizá se deba a que en este país no existe discusión intelectual, política o de otra índole. Como Pablo Iglesias lo sabe, escribe con desparpajo sorprendente sobre sus tácticas que, por cierto, incluyen la reducción del diálogo público a las tertulias televisivas, a las que concede mucha más importancia que a las redes sociales, como si quisiera hacer buena aquella frase que se atribuye a Unamuno: «Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee». Es decir, cuanta más tele, más daño te harán luego los 140 caracteres de Twitter procedentes de los que ven mucho la misma tele y leen los mismos pocos libros o periódicos.

Del artículo me preocupan algunas cosas. Pero por falta de espacio me quedaré con una: la bipolarización que busca para facilitar el enfrentamiento y su victoria. No lo digo yo, lo dice él. Se define como «izquierda radical», pero reconoce que oculta su programa, no porque se haya moderado, sino porque: «En este momento no tiene sentido centrarse en polémicas que nos alejarían de la mayoría, que no está a la izquierda. Y sin mayoría, no es posible tener acceso a la maquinaria administrativa que nos permitiría disputar estas batallas en otras condiciones». Como lo leen.

La Voz de Galicia, 13.junio.2015