Cuando estaba en segundo de carrera, me llegó no sé cómo un libro gordísimo que se titulaba El señor de los anillos. Pese a que las primeras páginas me entusiasmaron poco, seguí leyendo, porque entonces me sentía obligado a terminar los libros que empezaba. Al cabo de unas ochenta carillas, consiguió apasionarme. Como apenas tenía tiempo, vivía ansiando huecos y llevaba el libro conmigo a todas partes (así descubrí la manera de encontrar tiempo para leer: llevando siempre un libro encima). Llegó la Navidad y me vine leyéndolo en una litera del Shangai. Había ya un tipo allí cuando subí, pero ni me saludó. Sin embargo, al ver qué leía, pegó un grito: “¡The Lord of the Rings!” Se bajó de la litera, abrió una mochila y sacó un calendario de pared en cuya primera página podía leerse The J.R.R. Tolkien Calendar escrito en negativo sobre una foto del escritor, con chaqueta de tweed y corbata, sentado en la hierba al pie de un árbol enorme. Debí de poner caras y el chaval arrancó la página y me la regaló. La utilicé para decorar aquellas carpetas de fuelle que utilizábamos entonces para los apuntes de clase.
Terminé el libro y me di cuenta de que era la primera parte de una trilogía. Tardaron en llegar las otras dos. O me lo pareció. Tampoco pude encontrar más libros suyos hasta varios años después. Me los leí todos, epistolario incluido, empezando por El Hobbit, que se había publicado en 1937. La obra de Tolkien va sobre el amor y el odio, el bien y el mal. Muy recomendable para leer o releer en precampaña.
¿Por qué el que manda TODO lo hace mal y el que está en la oposición TODO lo hace mal también? Hay que tener la gallardía y la hombría de bien de reconocer la parte buena que tienen opiniones distintas. Y reconocer que en todas las posiciones hay algo o mucho de bien y de verdad. Y no estar continuamente descalificando LA TOTALIDAD de lo que dice la otra parte.
Me he reído con la última frase.
Realmente es un gran libro y un gran autor. También la película de Peter Jackson es impresionante y creo que recoge muy bien el espíritu del libro.
Cada vez que se lee se puede encontrar algo nuevo y sugerente. Hablando de política, recomiendo el diálogo entre Gandalf y Grima lengua de serpiente ante Theoden, rey de Rohan, que está hechizado por Saruman.
Por cierto, aunque cambiando de tema, en lavoz.es aparece hoy día 25 de septiembre una noticia que es un prodigio de periodismo y que lleva por título: «Los católicos alemanes que no paguen el impuesto religioso no podrán recibir los sacramentos»
Igual estaría bien que hubiese un buzón de quejas por las noticias mal hechas. Pero esta en concreto es un prodigio de chapuza que confunde más que informa.
Es que además es de risa. Acaso los católicos alemanes van a tener que ir a Austria para comulgar o para bautizarse o para casarse…??? El tío que puso el titular se lució, entre otras cosas porque en el texto de la noticia -y esto es lo alucinante- no se dice en ningún momento lo que se dice en el titular.
La credibilidad…tardas años en conseguirla y la pierdes en un suspiro
Lamentablemente, es así. Mira esto http://vocescatolicas.info/colaboradores/diego-contreras/1941-alemania-los-impuestos-los-sacramentos-y-la-confusion
Bueno, sigo pensando lo mismo. Se dice que se privará de los sacramentos a quienes públicamente, en una declaración oficial como es el impreso sobre la renta, niegan ser católicos que no es lo mismo que no pagar los impuestos. Me imagino que en Alemania, además, existirán desgravaciones para las rentas bajas y que probablemente las personas de menos recursos no pagarán dicho impuesto y tampoco el 8-9% a la iglesia correspondiente.
De todas formas, aunque considero que la información no está bien hecha, retiro mis comentarios que no considero ajustados y me los aplico a mí mismo, por listillo.
Sin embargo, la cuestión,una vez leído el artículo de Diego Contreras, no deja de rozar la simonía (tal y como se cuenta)
La verdad es que he releído el artículo de Contreras y sigo sin creérmelo, además de no compartir en absoluto la razones que se dan. Entiendo lo de negar la fe en un documento público, que eso puede considerarse apostasía. Ahora lo de vincular los sacramentos al pago de un impuesto…en fin…no creo que sea un problema de comunicación solamente