por Paco Sánchez | Mar 31, 2012 | Columnas en La Voz
Los brasileños se sirven de una locución muy expresiva para indicar que una persona no puede hablar sobre determinados asuntos o actuar en algunos ámbitos cuando su pasado o los intereses personales le impiden hacerlo. Fulano «fica de rabo preso», dicen, y la imagen evoca inmediatamente al perro atrapado que permanece constreñido al radio de acción que marca la distancia entre su cola y el hocico. Más allá no puede morder. A menudo lo aplican a políticos. Supuestos líderes que no se atreven a hablar de derechos humanos cuando negocian con China, para evitar represalias sobre las empresas de sus países. O aquellos que reciben o visitan a Chávez, Kirchner o Correa y no se atreven a mencionar los atentados salvajes contra la libertad de expresión, no vaya a ser que les nacionalicen otro banco u otra petrolera. Les pasa a los presidentes americanos con Israel, que ha hecho rehenes … Seguir leyendo
por Paco Sánchez | Mar 24, 2012 | Columnas en La Voz
Cuando leí un poco por encima sobre las matanzas de Mohamed Merah, el supuesto islamista radical abatido anteayer por los geos franceses, pensé que demostraba un entrenamiento inusual, propio de las fuerzas especiales. Como se movía en moto y cubierto, comenté con alguien que, probablemente, se trataba de un antiguo miembro de algún servicio especial que se había desmandado. Después, muy pronto, hicieron pública su identidad. Demasiado joven para ser un excualquiercosa y demasiado extraña la explicación de cómo dieron con él: a través de una web de motos consultada por su madre. Por fin salió lo de Afganistán: los servicios secretos sabían que había viajado allí y lo tenían fichado, aunque sorprendentemente, no lo controlaron durante meses. En ese punto, regresó a mi imaginación la sospecha inicial, ligeramente modificada.
Ahora, en mi cabeza fantasiosa, ya no se trataba de un ex, sino de un infiltrado en activo que, al … Seguir leyendo
por Paco Sánchez | Mar 20, 2012 | Columnas en Nuestro Tiempo
Columna en el último Nuestro tiempo, que empieza así:
Al salir del aparcamiento por la noche tropecé con un escritor amigo que entraba. Yo iba para mi casa y él venía de dar una conferencia de la que apenas hablamos porque estaba interesado en otra cosa que le abrumaba: anda empeñado en rehabilitar una vivienda en el casco antiguo de una ciudad próxima. Me dijo que la crisis de la construcción se debería a muchos factores, pero también a que ya no se trabaja con el cuidado, el mimo y la calidad de otros tiempos. La afirmación podría provenir de alguien que supera los setenta años, pero mi amigo apenas llega a los cuarenta y fue albañil e hijo de albañil: “Mi padre trabajaba mucho y cobraba poco, pero tenía un sentido de responsabilidad y de orgullo sobre lo que hacía”. Así que cuando se queja de los gremios
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por Paco Sánchez | Mar 17, 2012 | Columnas en La Voz
Un grupo de estudiantes de Periodismo de la Universidad de Navarra está proyectando un suplemento especial sobre el supuesto fin del mundo que se avecina y me pidieron que les mandara el texto que publicaría en el blog si llego a ese día. Cuando recibí la encomienda, pensé: «Si las cosas sucedieran de ese modo, con aviso previo, lo último que haría sería escribir en el blog». Pero al final decidí aceptar. Luego supe que la estudiante que me convenció es ourensana: lo malo de los de Ourense, dice un amigo, es que para cuando te enteras de que son de allí, ya es demasiado tarde.
Pero resultó un ejercicio interesante. Al imaginar la situación, percibí que, antes del apocalíptico griterío que según todos los pronósticos acompañará el fin del mundo, probablemente se producirá un gigantesco, estremecedor, silencio: nadie tendrá nada que decir -salvo para despedirse de las personas queridas, … Seguir leyendo
por Paco Sánchez | Mar 10, 2012 | Columnas en La Voz
Me disgustan esas conversaciones que añoran la juventud perdida, los “¡Ay si tuviera veinte años!” y lamentos parecidos, porque prefiero la edad de cada momento y, por alguna razón quizá equivocada, pienso que a todo el mundo debería sucederle lo mismo. Así que, cuando la gente se pone en ese plan, suelo reponer que de ningún modo volvería a los veinte con el riesgo de cometer los mismos o peores errores que los que ya he cometido, de pasar los mismos o peores trabajos que los ya pasados, de llorar las lloreras que ya he llorado o peores y de navegar por las angustias que ya quedaron atrás. Ayer, de pronto, comprendí que quizá era una pose y que mis instintos son los comunes.
Decidí pesarme después de años sin hacerlo, por la insistencia de algunos en que había adelgazado una barbaridad. Aproveché un rato de ejercicio y pedí la … Seguir leyendo