Los hospitales quitan las ganas de escribir. Ante el misterio del dolor humano, cualquier otro tema parece frívolo. Y la soledad. Cuánta gente, mayor y joven, que sufre sola, sin una palabra de afecto que llevarse a los oídos, sin una caricia que les caliente el corazón. Aunque por lo menos tienen, mientras nos duren, unos profesionales maravillosos para atenderlos. Los de Somalia, ni eso. ¿Qué acorchamiento permite leer esas noticias y olvidarlas?
En el 2009 Benedicto XVI hizo su primer viaje a África y allí denunció muchas cosas que los africanos le agradecieron y los europeos ni siquiera conocimos porque Francia y Bélgica, primero, y Alemania después, se ocuparon de convertir aquella visita en un conflicto diplomático sobre… condones, pese a que sabían muy bien que lo que dijo el Papa distaba mucho de su traducción en titulares. ¿Tendría algo que ver con las políticas salvajes de Francia y Bélgica en África? ¿Algo que ver con la rebaja de la ayuda internacional en unos 30.000 millones al año? Por supuesto, aquí fueron jaleados por los grupos de siempre e incluso por el Gobierno, prestándose a una hábil estrategia comunicativa para acallar a Ratzinger.
Esos mismos grupos son los que ahora denuncian que los gastos de la Jornada Mundial de la Juventud estarían mejor aplicados en Somalia y aprovechan para criticar sin argumentos a quien antes silenciaron haciendo el caldo gordo al capitalismo cruel de ciertos estados y de ciertos fabricantes. Estaríamos ante una hipocresía gigantesca, si no se tratara de simple y llana estupidez. Y además, ¿de dónde creen que salen los cientos de miles de católicos que deciden enterrar su vida en África?
No estarás enfermo verdad? Si lo estás mucho ánimo y espero que te vuelvan las ganas de escribir, que hacen falta voces como la tuya.
Good. Very good, teacher. Please, you’ve got to keep your spirits up. We need you.
Paco, espero que estés bien. Un «pero»: ¿quizá podríamos sustituir por otro verbo ese enterrar con el cierras la columna? Un abrazo
Se me ocurren unas cuantas cosas, pero simplifico: ¡magnífico!, como de costumbre.
Grazas por estar de volta, mais espero que a túa ausencia non fose debida a unha estancia nun hospital.
De acuerdo
Olga, Xoán: estoy en el hospital acompañando a mi padre, que se muere.
Síntoo moito Paco, só cando un pasa por esa situación sabe o que é a a dor.
En un momento como este, lo que te puedo enviar son estas palabras y la bendición para ti y tu padre. Desde la distancia estoy contigo en tu dolor y tu silencio. Oro para que tu Corazón acepte lo que no podemos evitar. Deja que el gran amor que hay en ti ilumine este momento y te siga guiando hoy y siempre. Un abrazo eterno.
Querido Paco: me acabo de enterar de la muerte de tu padre.
Me he acordado de alguna columna en la que hablabas de él: un hombre cabal.
Rezo por él y por vosotros.
Me acordaré de rezar por ti y tu padre. Un abrazo fuerte
Querido Paco, me entero por los comentarios de la muerte de tu padre. Mi más sentido pésame para ti y toda tu familia. En la distancia, os tengo muy cerca. Un abrazo fortísimo y mis oraciones por tu padre y todos vosotros.
Mi más sentido péame, Paco y mi petición humilde pero cariñosa, rogándode sigas con tu labor que tanto bien nos hace a muchos. Cuenta con mis oraciones.
Querido Paco, rezo por tu padre y por todos, especialmente mañana en la Misa. Un abrazo
Tengo el susto de haber podido no enterarme del fallecimientode tu padre. No suelo abrir los domingo mi correo, pero mi Ángel ha estado atento. Sabes que lo voy a encomendar fuerte, por tantas razones tu padre es también parte de mí.
Querido Paco :
Tonto de mí al no leerte creí que estabas de vacaciones.Ahora entiendo tu dolor y quiero que sepas que todo Unicef Galicia está a tu lado en estos momentos .Gracias como siempre por tus palabras de solidaridad en estos momentos que estamos viviendo terribles de impotencia ante la situación de Somalia y otras emergencias «olvidadas».
Un abrazo
Manuel