La Voz de Galicia

Parece que los vientos se desatarán hoy contra esta esquina del mundo y correrán sobre nosotros a velocidades cercanas a los 140 kilómetros por hora. Se ha decretado como consecuencia, la «alerta roja» y, quizá por lo de roja, el PP decidió cancelar la fiesta que tenía prevista en Santiago para celebrar el primer aniversario de su victoria en las urnas.
Las recomendaciones para afrontar el temporal de hoy parecen copiadas de la actitud que asume el gobierno del país ante la otra tormenta, la de la crisis, y se resumen en que lo mejor y más seguro, lo más sano y eficaz consiste en no hacer nada.
Por no hacer nada, la Comunidad Europea nos largó una colleja anteayer, que coincidió con una más del Wall Street Journal. El análisis del periódico económico incluía unas declaraciones atribuidas a Lorenzo Bernaldo de Quirós que me produjeron una especie de calambre, porque después de decir que los españoles no terminamos de entender que nuestro confortable modo de vida está a punto de cambiar, añade que ahora pensamos «como cubanos y vivimos como yanquis». ¿Será?
No era buen día aquel para mentar Cuba, de hecho Zapatero omitió cualquier referencia al régimen que había encarcelado y dejado morir a Orlando Zapata Tamayo, un albañil negro de 42 años, después de 86 días de huelga de hambre. No tuvo la suerte de Aminatu Haidar: los medios de comunicación se abstuvieron de seguir minuto a minuto su deterioro. Quizá por eso, Zapatero no encontró un minuto para él en Ginebra, apenas un genérico «nadie tiene derecho a arrebatar la vida a otro ser humano», mientras en el Senado se aprobaba por seis votos la nueva ley del aborto.
Erre que erre y más paro, erre que erre y más detenidos en Cuba. Y más abortos. Y más dramas adolescentes. Según Einstein, «la locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando resultados diferentes».