No me gusta escribir de política, entre otras razones, porque ya lo hacen otros mucho mejor. Pero algunas semanas resulta difícil sustraerse a la tentación. Después del enésimo debate económico, apenas podemos decir otra cosa que: 1) no se hará nada todavía, y 2) todos están de acuerdo —salvo quizá IU— en lo que hay que hacer. Como resultado de tan extraño consenso, han decidido crear una comisión para llegar a algún consenso. Imposible superar este surrealismo. Y eso, porque nadie nos quiere decir la verdad pelada.
La verdad pelada es que todos —gobierno incluido— están de acuerdo en que el Presidente se equivocó en la gestión de esta crisis. Todos están de acuerdo en las medidas que deberían haberse tomado y en las que hay que tomar. También concuerdan todos en que se trata de medidas duras, antipáticas e impopulares, pero necesarias. El propio gobierno las ejecutaría de inmediato si estuviera en su primer año de legislatura, con cuatro por delante para recuperarse. Y tanto el PSOE como el PP las adoptarán —si nadie lo hace antes— en cuanto ganen las siguientes elecciones, pero hoy unos no quieren explicitarlas del todo y otros no quieren aplicarlas. Y sabemos de sobra por qué.
En vez de explicar que nos hemos equivocado —Zapatero se ha equivocado, pero nosotros le elegimos— y que toca rectificar, crean una comisión que es innecesaria, porque si se toman las medidas en las que todos concuerdan, el PP y los demás las respaldarán en el Parlamento. Y si no, nada hay que pactar. ¿Cuál es el problema, entonces? Que tienen que encontrar un modo de decidir esas medidas que no les desgaste tanto. El único que se les ocurre consiste en crear una comisión para repartir «la culpa» de lo que inevitablemente hay que hacer. Y no les importa perder más meses mareando la perdiz… mientras nos hundimos.
No puedo estar más de acuerdo! El ajuste será más duro cuanto más tiempo pase. Sería maravilloso que por una vez asumieran la resposabilidad. No nos caerá esa breva.
Quizás si repetimos mucho esto que tú dices caen en la cuenta de que no somos tontos…
Un saludo
Las medidas económicas son de manual (de manual de cualquier Escuela de Negocios) y se dividen en dos categorías: básicas y valientes.
Las básicas incluyen un recorte integral del gasto público y una bajada de impuestos, al tiempo que la congelación del sueldo de funcionarios y mantenimiento de los salarios en los convenios laborales. El recorte del gasto público conlleva asimismo un mejor control del gasto en todas las áreas (empezando por Educación y Salud, pero que afecta sobre todo a la Administración general). Habría que recortar la capacidad de gasto y deuda de las comunidades autónomas y ayuntamientos, etc. Reducción de subvenciones, una reforma laboral y del mercado inmobiliario que suponga más exigencias en vez de más prestaciones. No voy a repetir el manual. Se podría llevar a incluir el copago de gastos de Sanidad y Educación públicas.
Las medidas valientes permitirían recortar mucho más el gasto, pero mermarían radicalmente la extensión de poder de los partidos y sindicatos mayoritarios en todas las capas de la sociedad y la Administración.
En resumen: todo es de manual.
Pues Paco, para no ser un experto en análisis político, lo explicas muy bien. 1) Lenguaje sencillo 2) Hondura;vas al núcleo.
En fin, como colofón sólo te faltaba una palabra (que está implícita en el texto): Miedo
Estas ensaladas políticas están haciendo que vuelva a comer carne.
Lo que dices, Paco, está muy bien pero no hay que olvidar que mientras la crisis estaba golpeando a nuestra puerta nuestro presidente, y nuestro entonces ministro de Economía, decían que no había tal, que éramos un país de Champions y que igualaríamos a Francia en PIB. Y el globo explotó. Zapatero no se equivocó en la gestión de la crisis sino que o se engañó a sí mismo o nos engañó a todos. Y la culpa no es de todos, porque no todos elegimos al actual presidente. Creo recordar que una de las promesas electorales del PSOE fue el pleno empleo. ¡Nada más y nada menos que el pleno empleo!. Seguro que el PP tenía también promesas descabelladas en su programa. Pero en fin…
Me parece legítimo que el PP mantenga su postura. Además, ¿cómo es posible que convoques al PP a una comisión y al día siguiente, como hizo José Blanco, les insultes en la prensa? Y la creación de la comsión no fue idea de todos los partidos sino del Gobierno.
Y hoy domingo sale publicado que Zapatero le pide al Rajoy que arrime el hombro no por el bien del Gobierno sino por el bien del país. Como si él mismo no pudiese tomar las medidas mañana a primera hora. Francamente, es un tanto surrealista.
Una cosa es que la política nos parezca alejada de la realidad y otra es hacer la política del engaño.
Y me parece que no vamos a aguantar dos años sin que se tomen medidas.
Las medidas «de manual» que propone José María Sánchez están muy bien. Tampoco hace falta ir a una escuela de negocios para saber que si quieres enjugar la deuda que te consume o reduces gastos o aumentas ingresos o más bien las dos cosas a la vez. Reformar la administración para que sea más eficiente está muy bien. Adelgazar las estructuras públicas, vale. Pero no olvidemos que el inicio de la crisis económica en España no tiene nada que ver con los sueldos de los funcionarios, ni con el gasto público, ni con la deuda pública (las cuentas públicas en España en el 2007 estaban saneadas). Otra cosa es que la inmensa cantidad de dinero público puesto en circulación por el Gobierno (cheque bebe, 400 euros IRPF, 13.000 millones a Ayuntamientos entre 2009 y 2010, 3.000 millones del Fondo Especial para la Dinamización de la Economía, aumento de las prestaciones por desempleo etc,etc)que, junto con la caida de ingresos por IVA, IRPF, Sociedades etc, es lo que genera el deficit en que nos encontramos realmente estén sirviendo para sacarnos de la crisis.
Pero no se trata solo de que la crisis haya empezado por el sector público o no. Está claro que las cuentas estaban saneadas pero el gasto público, que se fue elevando desde que Zapatero asumió la Presidencia, no generó más riqueza ni sirvió para modernizar el tejido productivo. Se redujo a más prestaciones sociales y nada más.
Aunque el origen no haya estado en el sector público, la gestión realizada desde la Administración nos colocó en una posición complicada ante cualquier bandazo que diese la economía ya que se empezó a tensar la cuerda entre gastos e ingresos. En cuanto el sector de la construcción tuvo problemas a causa del colapso de la financiación todo se vino abajo. ¿Es culpa del sector público? Si. Porque el sector público no produce nada, ni ayuda a la modernización ni nada de nada.
Y ahora, cuando no podemos devaluar, la única posibilidad es reducir gasto público, seleccionar cuidadosamente las inversiones que se hagan para que éstas generen nueva riqueza, aligerar la burocracia y la justicia.
Como siempre, la socialdemocracia, después de gastarse todo el dinero, no sabe gobernar.
Bueno, Maikel. El sector Público no produce bienes finales, pero ello no significa que no produzca nada. Si estuviese bien gestionado podría ayudar más de lo que ayuda.
Y eso de decir que no ayuda a la modernización es bastante gratuito (y falso)
Realmente la crisis no viene por «culpa de» ZP sino que la manzana ya estaba podrida antes. ZP, como bien dices, tiene culpa de haber negado lo que ahora es evidente y de estar peor de lo que podríamos estar si se hubiesen tomado medidas.
¿Recordáis aquel debate Pizarro-Solbes? ¡Qué mala memoria tienen aalgunos!
¿En qué ayuda a la modernización o a la innovación?
Y no solo es que no produzca bienes finales sino que cuando ayuda a producirlos muchas veces el proceso es más costoso que el bien que produce.