La Voz de Galicia

Odio político

Coinciden muchos en que el Gobierno, a falta de respuestas para los problemas que ya tiene —y para otros que aparecen cada semana—, ha decidido crear problemas nuevos para los que ya tiene dispuestas soluciones prefabricadas que, además, ni negocia ni piensa consensuar. En casi todos los casos, salvo el tan manido Estatut, los nuevos problemas se orientan a tocar la moral de la gente, en sentido estricto. Y como consecuencia, generan posturas radicales a ambos lados del espectro. Esto le va bien a Zapatero, dicen, porque distrae de los temas que verdaderamente preocupan a todo el mundo y porque le ayuda a marcar territorio para asegurarse en su electorado de izquierda. Obliga, además, a la reacción de los conservadores que no pueden desatender tales asuntos sin alejarse de sus propias bases, y al hacerlo, marcan también, quieran o no, su propio territorio. Zapatero ha utilizado este procedimiento desde su … Seguir leyendo

Como críos

Me decía alguien el jueves pasado que el núcleo de la corrupción reside en la familia, porque en ella residía a su vez el poder. El problema, según mi interlocutor, radica en que todo ha sido alterado en la familia. Las mujeres, decía, se han puesto a imitar a los hombres, de modo que compiten con nosotros en el único campo en que somos imbatibles por ellas: la imitación. Y pierden, claro. Y los hombres se han puesto a imitar a las mujeres, con lo cual las mujeres pierden otra vez. Pero insistía en que uno de los cambios más profundos y funestos de la familia consiste en que ahora mandan los hijos en vez de los padres.
Esta conversación ocurría en el almuerzo y vino varias veces a mi memoria durante la tarde. A última hora la comenté con otro amigo y se mostró de acuerdo con la tesis … Seguir leyendo

Después de Maine, pelea desesperada (y perdida) en Nueva York (2)

Contaba la historia en la entrada del mismo nombre.

Así es: el matrimonio homsexual ha perdido todos los referendos a los que se ha presentado. Volvió a ocurrir en Maine.

La nueva oportunidad está ahora en Nueva York. El senado tiene que aprobar la ley que ya ha pasado por la otra cámara.  Pero  parece difícil, pese a que los demócratas tienen mayoría (32-30). De momento, los partidarios estiman que pueden contar con sólo 25 votos.

Qué raro se me hace todo esto visto desde aquí. Como se me hizo raro lo del sábado.

Y ayer el Senado rechazó la ley por 38 votos contra 24. Seguir leyendo

Sin salida

No hay animal más peligroso que el animal acorralado. Tampoco hay humano más peligroso que quien se ha quedado sin salida. La persona acosada, quizá herida, reacciona dejándose morir o muere matando, porque deja de temer las consecuencias, ya nada tiene que perder. Los grupos sociales actúan de igual modo. Por eso, resulta crucial que los dirigentes sepan promover el diálogo y sostenerlo. No de un modo ficticio, limitándose a una apariencia de conversación, o a una charleta repleta de truquitos como la que, a veces, se mantiene con los niños díscolos. Cuando el diálogo falla, surge primero la violencia verbal y, luego, de un modo casi inevitable, la violencia física. Especialmente, si hablamos de este país.
La primera obligación de quienes dirigen, como consecuencia, consiste en no acorralar, en dejar siempre una salida a los problemas, en alimentar el intercambio de pareceres, los consensos, la cordura; en que nadie … Seguir leyendo

Elefantes anticrisis

Copio el arranque de una entrada en El café de Ocata, pero conviene leerla entera. Y el resto del blog, también:

«Ha cogido sus cuatro bártulos y se ha vuelto para África, donde lo espera su madre viuda y sus dos hermanos. Antes de marchar nos pidió un teléfono para su madre. Hicimos una colecta en Vins i Divins y se lo dimos. Y se fue. Y ahora echamos en falta lo que reía cuando A. le decía: «Fari, cuando cruces la carretera, sonríe, que si no, no se te ve». Y él sonreía para nosotros, agradeciendo nuestro interés y nuestras bromas y el vaso de agua que le dábamos, pero todos sabíamos que al día siguiente volvería a cruzar la vía del tren y la N-II en plena noche, arrastrando su carro de la compra lleno de abalorios.

Durante el verano aún iba tirando, pero estos dos últimos

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