La Voz de Galicia

Rouco, modelos de familia y periodismo

La noche del domingo escuché el informativo de la SER por darme el gusto de confirmar que la noticia sobre la Misa de las familias celebrada ese día en Madrid tendría la cobertura irónica que esperaba: introducción irónica, datos escasos, cortes de sonido con declaraciones de los asistentes más extremados y una coda final con el inevitable representante de la doméstica Asociación Juan XXIII, el teólogo Juan José Tamayo. Todo previsible.

Ese mismo día y ayer se montó cierto debate en las redes sociales y en los blogs. Lo resume bien Internet Política. Quizá lo más significativo pueda leerse en esta entrada de La Huella Digital y en sus comentarios. Aclaran suficientemente la altura y la nobleza de las argumentaciones: unos a favor del titular grosero del diario Público, que Ignacio Escolar reenvió por Twitter con un añadido, y otros en contra, empezando por el propio Nacho de la … Seguir leyendo

Postal navideña

Lo primero que me llegó de ellos fue la frase de la mujer contra la noche en una calle del centro: «Ven, vamos al coche de papá». Por el tono supe que se dirigía a un niño pequeño, y que quizá no fuese su madre. Estaban unos pasos más adelante. El niño, vestido con un anorak oscuro, se había sentado en el escalón de un portal. Tendría dos años o poco más. Miraba sin resignación ni espanto, sin alegría ni pena. Su cara parecía decir: «Esto es lo que hay».

La mujer repetía la frase de un modo automático y con el mismo soniquete, el que usan algunos adultos para dirigirse a los niños, como si fueran tontos. «Ven, vamos al coche de papá» parecía agotar su repertorio. Hablaba al niño toda erguida y elegante, con las manos metidas en los bolsillos de un abrigo oscuro y corto: «Ven, vamos … Seguir leyendo

«Salvo el viento»

Enrique García-Máiquez en Diario de Cádiz:

EN los exámenes tipo test de mis alumnos, entre las posibles respuestas, deslizo una o dos con palabras atractivas, misteriosas, rimbombantes o semitécnicas que no significan nada. «Las coyunturas confluyentes de las sinergias estructurales y las tolerancias paralelas a la paz», por ejemplo, como contestación a «¿Cuáles son las estrategias de negociación?». Las primeras veces, algunos incautos marcan esas respuestas peripuestas sin dudarlo ni un segundo, abducidos por un vocabulario arcano que les suena de maravilla, como una fórmula mágica. Luego, cuando corregimos el ejercicio en clase, insisto en que tienen que desconfiar de todo aquello que no entiendan perfectamente, porque casi siempre se tratará del truco de un prestidigitador palabrero.

Acostumbrarlos a confiar en su sentido común y a pedir explicaciones cuando no lo vean claro es desactivar la carga explosiva de buena parte de la publicidad, de mala parte de las

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Un poco de Navidad

Tal como están las cosas, necesitamos mucho un poco de Navidad. Es cierto, sí, que hemos embarrado el espíritu navideño por el sencillo método de reducir la fiesta a puro vino (con algo de champán) y la delicadeza finísima del regalo a una trampa de egos y chucherías. Por eso el espíritu navideño, el originario, el de verdad, parece ahora impostado cuando alguien lo invoca: «Paz a los hombres de buena voluntad».
¿Por qué paz y cariño solo unos días al año?, dicen algunos. Por supuesto, la pregunta es insidiosa, porque nadie defiende un planteamiento tan reductivo, pero se puede responder: probemos al menos en Navidad. Un poco de Navidad vendrá bien a nuestros huesos y a nuestras almas cansadas. Un poco de cariño familiar —con sus exigencias—, un esfuerzo por sonreír más, por enfadarnos menos, aniñarnos un poco por unos días, sin pretendernos tan hombres, tan mujeres, para ser … Seguir leyendo

Caballos enteros

Un buen amigo fue invitado hace meses a participar como ponente en unas sesiones sobre “coaching”, algo que se ha puesto de moda últimamente y que renuncio a describir, porque por mucho que me lo expliquen y por más que lea sobre el asunto me parece que no acertaré a definirlo y algún experto vendrá a contradecirme. A mi amigo le pasaba lo mismo: tampoco entendía muy bien de qué iba el asunto y, por tanto, se resistía a intervenir, porque no sabía sobre qué podría él aportar algo en una reunión que contaba con la presencia de varios gurús internacionales. Al final, le dijeron que hablara de lo que quisiera, pero que hablara. Y fue.
Algún tiempo después le visitaron los organizadores para agradecerle su participación y para comunicarle que había pronunciado la conferencia mejor valorada por los asistentes. Le pidieron que, por favor, les repitiera el núcleo de … Seguir leyendo