Escribo apenas unos minutos después de terminar la lectura de la última encíclica de Benedicto XVI, «Caritas in veritate». Dará mucho que hablar y no solo esta semana. Dará también, o eso espero, mucho que hacer. Porque es todo un programa para la esperanza.
Sin embargo, muy probablemente recibirá una fuerte contestación en algunos medios intelectuales y periodísticos. Les resultará difícil demonizar al Papa esta vez, aunque siempre se puede conseguir mediante una adecuada selección de los textos y una interpretación deformada de su sentido originario.
La encíclica demuestra un penetrante conocimiento de nuestra situación cultural, social y económica, a cuyas carencias sabe dar respuestas fuertes, aunque sin inmiscuirse en las concreciones políticas o técnicas que no son competencia del Romano Pontífice.
A un lector poco acostumbrado a esta literatura, le sugeriría que comenzara en el capítulo segundo, pero que vuelva a la introducción una vez que haya terminado el documento. Digo esto porque en ese capítulo comienza el análisis de la situación y cualquiera puede reconocerse en él. No gustará, eso sí, a los extremados, porque el Papa descarta constantemente las posiciones simplificadoras: el laicismo y el fundamentalismo, el naturalismo ecologista contrario a todo progreso y el desarrollo a cualquier precio, el liberalismo absoluto que niega cualquier papel redistribuidor al Estado y el estatismo paternalista. Podría construir esta columna solo con las falsas dicotomías entre las que vivimos y que Benedicto XVI desmonta.
Sorprenderá, supongo, la propuesta de una nueva Autoridad mundial de carácter subsidiario, pero fuerte. Sorprenderá que ligue desarrollo y evangelización. Sorprenderá. Me queda el espacio justo para recomendarles que no permitan que nadie se la cuente. Léanla.
Merci
Aquí hay un enlace que incluso te la puedes descargar en mp3.
http://www.opusdeialdia.org/200907083052/caritas-in-veritate-benedicto-xvi-nueva-carta-enciclica.html
Disculpa Paco, pero ayer no di con el enlace adecuado.
El tiempo nos dirá cómo esta encíclica será una de las más importantes del pontificado de Benedicto XVI por su contenido de tipo social y practico. Xosé Pardo
Acabo de leer la encíclica, y aunque merece ser releída varias veces, nada en ella me hace pensar que es «marxista», como declaró «el asesino de Paracuellos»
Xosé Pardo: Da para mucho porque es densa y va a la raíz de los problemas. Otra cosa es que tenga la sensación que se utiliza a Dios como un «concepto-muleta» a través del cual pongamos fin a nuestros excesos. Yo, aunque creyente, me cuestiono si ello hace falta.
Gracias al que ha indicado el enlace para descargársela en word. Seguiré el consejo y la leeré. TNC
Un texto verdadeiramente transcendental…