Supongo que a estas alturas ya todo el mundo sabe que el Papa pertenece a otro siglo, un terrorista que arremete contra el uso de condones para combatir el SIDA, y que pretende imponer una lógica de las cavernas. Las declaraciones de Benedicto XVI en el avión papal fueron: “No se puede superar el problema del SIDA sólo con dinero, no se puede superar sólo con la distribución de preservativos. Sólo se podrá resolver con una humanización de la sexualidad, es decir, con una renovación espiritual y humana”. Vaya.
Tiene a su favor el ejemplo de Uganda, que nadie quiere aducir, pero que resulta ser el país más católico de África y el que menos SIDA padece, con mucha diferencia. Y resulta también que lo consiguieron gracias a una campaña que no se emperraba en los preservativos. Entre otros motivos, porque saben que los que se distribuyen en África no están en las mismas condiciones que los que se facilitan aquí y, por tanto, sirven para promover la promiscuidad sin asegurar la prevención. Angelina Kakooza-Mwesige, pediatra del hospital Mulago, el más grande del país decía: “Los factores más decisivos son los cambios en la conducta sexual, la lucha contra la pobreza y la mejora del estatus social de las mujeres”. David Brooks insistía en el New York Times: «La prevención tiene que ver con un cambio en la conducta». Es decir, coinciden precisamente con lo que subraya el Papa.
La Iglesia atiende al 27% de los enfermos de SIDA. Nadie se le acerca siquiera en implicación. Pero tiene en su contra que denuncia, como recogían ayer los periódicos, la tremenda vampirización de los recursos africanos por parte de las multinacionales. ¿De ahí la prisa con la que ciertas cancillerías europeas —las más implicadas en el despojo de África— criticaron las declaraciones del Papa sobre el SIDA? ¿Para que no se escuchen sus otras denuncias?
Que no se puede superar solo con la distribución de condones es algo claro. Ahora, decir, como dice Benedicto, que contribuye a agravar el problema es una auténtica falta de responsabilidad. El ejemplo de Uganda es importante, no lo niego, pero no hay que olvidar que en dicho país se distribuyeron solo en 2007 más de 248 millones de preservativos,triplicándose su uso y conocimiento, según datos de Onusida que se pueden consultar en su página web. sin negar que ha habido, y hay, una campaña muy fuerte en la que están implicados sectores tanto sanitarios como religiosos, donde trabajan conjuntamente católicos y musulmanes, que una vez que aconsejan la tan aclamada abstinencia sexual, no niegan que haya que usar condones en caso de mantener relaciones sexuales de riesgo. Otro dato importante es que también ha aumentado el número de jóvenes que exigen mantener relaciones con preservativo. Por cierto, que en esta campaña también está contribuyendo de forma notable la difusión del conocimiento de la enfermedad, sus causas y métodos de prevención, en los centros de enseñanza.
¿Que los medios se ceban en unas pocas palabras de Benedicto y que no dan cuenta de sus proclamas contra la pobreza de África? A lo mejor ocurre que el Vaticano debería montar campañas contra la explotación de África tan bien diseñadas como las que utilizó contra las familias de Eluana o la de la niña de nueve años brasileña (Por dios, se quiere excolmugar a la familia que decidió que abortase y no al violador que la dejó embarazada). En fin.
La distorsión de las palabras de alguien es una práctica demasiado común en el periodismo. No sé si es peor o no cuando ese alguien es el jefe moral de miles de millones de personas. Pero es una práctica condenable e intolerable.
Está bien que el papa diga que el preservativo no es la única forma de prevención de la SIDA (en África o fuera de ella). Pero el problema es ser contra el preservativo en general. Y es por eso que todos critican la Iglesia, es eso que hace con que la distorsión de las últimas palabras no incomoden mucho. Porque la idea básica de la Iglesia sobre el preservativo siga igual.
La gente no es más promiscua hoy que ayer o anteayer. Quizá las mujeres sean un poco más libres, pero los hombres siguen igual de libres como sus padres y abuelos. La diferencia es que hoy toda esa gente puede practicar esa libertad con menos miedo y culpa. Si el Papa sigue insistiendo permanecer en el siglo pasado, seguirá perdiendo su credibilidad y sus fieles.
Ah, un enlace sobre la SIDA en Uganda (en portugués): http://penaafrica.folha.blog.uol.com.br/arch2008-05-25_2008-05-31.html#2008_05-29_10_47_01-129032461-0
Mi opinión es que, en un país católico, quizá la campaña sea sin exitosa. Pero en países cada vez menos católicos, no se puede querer estimular el catolicismo para después luchar contra la SIDA. Las campañas deben tener el enfoque en su público objetivo.
Cuando leí esta mañana tu artículo, lo que iba a decir era más o menos lo que Guillermo. Yo no creo que ninguna mente mediana mente culta e informada pueda decir a la ligera que los preservativos contribuyen a la pandemia del SIDA. El preservativo es un eficaz metodo de barrera. El látex también es utilizado por socorristas, policías, enfermeros etc, cuando tienen que manipular cuerpos heridos (por algo será). Otra cosa es que el Papa haga una asociación preservativo-promiscuidad, lo cual también me parece erróneo. La promiscuidad nace de dentro, no se impone desde fuera (este aserto es discutible,lo sé). No creo en campañas «sólo condón» como no creo en las de «abstinencia». Informar, hablar de múltiples alternativas (no sólo condón), etc. Pero en sí, yo no veo que sea malo. Otra cosa es que sea lo deseable. Creo que el Vaticano debe ser más claro en sus mensajes y adaptarlos al medio en el que los divulga, y así evitar ser manipulado como parece que ha sido este caso.
Es lógico pensar que el SIDA es un problema para todo el mundo y en especial para los países africanos (Triste herencia del primer mundo). He podido estar en algunos proyectos de cooperación tanto en Kenia como en Uganda y, de cerca, estremece. No puede dejar indiferente a nadie.
Pero no seamos falsos. ¿Cuántas veces al día pensamos en ello? Me da la impresión de que cada vez que el Papa –sea el que sea- dice algo a propósito del tema, todos nos convertimos en expertos en humanidad, solidaridad y latex. Y seguramente no lo hayamos pensado más de cinco minutos, esos que han sido guiados por la interpretación que el periódico o la “tele” de turno han decidido seguir. Esos que, desde nuestro sillón, hemos decidido pensar y respetar la opinión de la mayoría.
A nada que uno vaya a África – y no de safari- descubre que el modo de solucionar el problema del SIDA no es el preservativo. Es un tema que nace antes. ¡Cómo va a acceder a un preservativo el que no tiene casi agua potable! ¡El que no entiende que el agua estancada no se puede beber! Por favor, seamos serios y pongamos cabeza. A África hay que mirarla con su cabeza y no con la nuestra. Me da la impresión de que eso es lo que ha intentado hacer Benedicto XVI.
Es cierto lo que dices, Isabel, pero para llegar a tu conclusión final la Iglesia da demasiadas vueltas. No es sólo cosa de preservativos, como ya he dicho, pero es una herramienta que hay que utilizar (una de tantas). Por cierto, el virus del VIH parece que tiene origen africano. Nosotros nos hemos enriquecido vendiendo vacunas y «camisinhas». El problema de fondo es estructural. Pero para no desviarnos del tema, creo que las declaraciones que aparecieron en boca del Papa me parecen falsas, tendenciosas. Si tienes, Paco, lo que dijo exactamente, el Papa en África, me gustaría (y creo que a más gente) leerlo.
Lo malo de este asunto es que el Papa hizo estas declaraciones antes de pisar tierra africana, las hizo en el avión. Y a partir de ahí a nadie, en occidente, le interesó lo que dijo después. En mi opinión fue un error de comunicación. Por otro lado me sorprenden las reacciones de los gobiernos europeos, en especial de Francia. Tengo la impresión que entre Francia y el Vaticano hay ciertas tensiones profundas sobre alguna cuestión que no salen a la luz.
De todos modos, a nivel de comunicación me parece que desde el Vaticano han metido la pata dos veces en los dos últimos meses. No me extrañaría que hubiese algún cambio de aquí al verano.
Vale la pena leer esta entrada de Paper Papers: http://paperpapers.blogspot.com/2009/03/el-periodismo-cura-las-manias.html
Maikel, parece-me que o problema nom foi exactamente por parte do Papa, penso que se trata de umha vontade «inércica» para interpretar sem escutar, subidos aos preconceitos. No periodismo peca-se muito deste vício. O Papa nom dixo em em realidade as palavras que se lhe atribuem.
http://www.ssbenedictoxvi.org/noticias/noticias.php?id=9280
ou na página do Vaticano.
É só vontade de escutar.
Paco,
Sou católica de nascença e também por opção.
Concordo plenamene com o fato de que apenas propagar o uso de camisinhas para dininuar ao contágio pela SIDA, é um ato de irresponsabilidade.É como se as pessoas fossem relacionar-se apenas como bichos, coloca-se então a camisinha e logo após há a penetração da fêmea e então, o dispensar do preservativo para o lixo.
Mas nãso se trata apenas disso, as pessos se relacionam também com a emoção.E é muito fácil usar um preservativo ao relacionar-se sexaulmente uma vez com um parceiro.E cada vez fica mais difícil o seu uso com o relacionamento transformando-se em envolvimento mais íntimo:paixão,namoro,etc.
Em segundo lugar, a resitência masculina em se utilizar do preservativo é muito grande.Sou solteira,maior,instruída,classe média e sei.Imagine adolescentes, prostitutas ou pessoas sem nenhum rtecurso ou conhecimento sobre o assunto.
Não concordo de forma nenhuma com a igreja em relção à proibição de camisinhas ou outros métodos anticoncepcionais,sejam pelas DSTs ou pela reprodução irresponsável de outros seres humanos,em sua maioria destinados a viver na marginalidade,crescer sem nenhuma perspectiva de vida e transformar-se em homens -bichos,como tenho escricto em meu blog.
Não concordo com o vaticano e a cúpula da igreja em muitas opiniões.Esse fato mesmo da excomunhão da menina brasileira e sua família foi um ato de terrorismo, de imcomprrensão e de intolerância num país que a cada dia decresce no número de católicos.E,o que pior, cresce o número de novas igrejas cuja finalidade é explicitamente a exploração dos pobres através da religião.
Mas com certeza o que pode deter a SIDA é a valorização da mulher, do próximo.A ética nas relações de gêenero,que todos, em todo o mundo, parecem ignorar ou memso desprezar.
A Áfriaa pode ser uma vítima inocente, mas Washignton o seria também?
De que ambos são vítimas?Do idéia que o capitalismo propaga do individualismo, do pisar no outro para ser o que se quiser,a qualquer custo, na desumanização dos valores.
Acho que é isso.
Yolanda
Salvador-Bahia-Brasil
Para Pau. Esto de acuerdo de que el problema no es del Papa. Pero igual que tú sabes de los vicios del periodismo, también sus asesores deben saberlo y utilizarlos en su provecho. Los mismos datos que da Paco en la siguiente entrada podría haberlos dado el Papa. No hacía falta decir nada, simplemente dar los datos.
Yolanda, podería me mandar o endereço do seu blog? Obrigado pelo seu comentario.
Sobre o caso da menina, gostaría de saber sua opiniao sobre esto: «Apropósito del caso brasileño: aborto, excomunión y matices»