La Voz de Galicia

Leo algo tarde la columna de Carlos Alsina , titulada «Volver al charco», que empieza así: «De regreso de Estados Unidos, el «jet lag» que amuerma al periodista no es el del desfase horario, es el desfase en el discurso político. Vienes de oír a Obama o a McCain, a Hillary o a Bobby Jindal, a Richardson o a Giuliani. Escuchas a los nuestros, y te entra la fatiga. Allí hablan para decir. Aquí cuanto más hablan, menos dicen».

Y eso que Alsina no habría leído esta crónica del Parlamento Gallego, que firma Domingos Sampedro en La Voz de hoy, y que arranca así: «Por tres veces se escuchó ayer en la sesión plenaria de O Hórreo la palabra mierda, otras tantas fue evocado el vocablo papahostias y al menos una vez se pronunció el verbo joder desde la tribuna de oradores. La refriega preelectoral y el lenguaje ordinario salpicaron ayer la sesión del Parlamento, cuya presidenta, Dolores Villarino, se mostró incapaz de mantener el orden en lo que ella misma llegó a comparar irónicamente con un «patio de vecindade».