(Para N., por si las moscas…)
Hace unos meses, cuatro o cinco, me hicieron llegar este poema de Martí, por si me ayudaba:
Cultivo una rosa blanca
en junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca,
y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo,
cardo ni oruga cultivo,
cultivo la rosa blanca.
tambien de José Martí
Tiene el leopardo un abrigo
En su monte seco y pardo:
Yo tengo más que el leopardo,
Porque tengo un buen amigo.
Duerme, como en un juguete,
La mushma en su cojinete
De arce del Japón: yo digo:
«No hay cojín como un amigo».
Tiene el conde su abolengo:
Tiene la aurora el mendigo:
Tiene ala el ave: ¡yo tengo
Allá en México un amigo!
Tiene el señor presidente
Un jardín con una fuente,
Y un tesoro en oro y trigo:
Tengo más, tengo un amigo.
Qué grande ese hombre sincero de donde crece la palma…
Por cierto, ¿y te ayudó?
¿Suena un poco a disculpa? Si es amigo, entenderá todo.
María: me ayudó mucho.
Lamia: no fui yo quien le hizo algo. El «por si las moscas», hace referencia a unas moscas de verdad. Por cierto, te escribí a propósito de tu anterior intervención, con ánimo de identificarte, pero…
Hay que tener mucha Paz y mucha generosidad, que a mí me falta, para la última parte del poema: «y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo,cardo ni oruga cultivo,cultivo la rosa blanca»
Cuando a una persona que he querido (da igual, hombre o mujer) me traiciona, no perdono.
Es preciso perdonar siempre, cueste lo que cueste. El rencor produce malestar, desasosiego,infelicidad en nuestro interior. Es verdad que cuesta perdonar, pero vale la pena. Algunos dicen «yo perdono,pero no olvido». ¡Eso no vale!, como diría un crío pequeño. ¡Cómo cambiaría nuestra sociedd actual si perdonasemos más, mucho más! ¿por qué hay tan poca alegría alrededor nuestro…?
No puedo estar más de acuerdo con Xosé Pardo. Muchas veces me han dicho eso de «perdono pero no olvido», y la verdad eso no es perdonar. Entiendo el perdón cristiano como el padre del hijo pródigo. Ocurre que a veces soy humano, demasiado, y hay cosas que no puedo perdonar. Pero jamásseré tan hipócrita del «perdono pero no olvido. Soy muy «a saco». Y cuando perdono, olvido
Perdoar non é fácil…
(De aí a grandeza de facelo.)
Estoy de acuerdo con Javier que perdonar no es fácil. No es hipocresía el decir que no olvidamos, Pienso que perdonamos porque Dios nos lo ha enseñado así. El hombre es capaz de todas las miserias, por eso mismo es preciso aprender a perdonar desde que somos pequeños. Hay culturas donde perdonar es indicio de debilidad y de poca hombría.El cristianismo nos enseña a perdonar de todo corazón.¿Qué ñe ocurrió al «llamado buen ladrón» cuando le dice a Cristo que se acuerde de él cuando esté en su reino? Crsito, con su «mala memoria» le perdonó…para siempre.