La Voz de Galicia

En la Fundación Santiago Rey, cuando alguien dice fiesta cualquier día del año, todos sabemos que se refiere a la de hoy: «Esto lo guardamos para la fiesta», «tengo una idea para la fiesta», «hay que acordarse de tal cosa en la fiesta». No hace falta adjetivarla porque, para nosotros, la fiesta por excelencia es la de Voz Natura: la de los 35.000 niños que participan en el programa medioambiental que, desde hace once años, organiza La Voz de Galicia. Escribo con prisa porque tengo que irme al parque de Acea de Ama, donde ya están los demás ultimándolo todo, para que los escolares venidos de las cuatro provincias y sus familias lo encuentren listo en cuanto empiecen a entrar: la enorme exposición, tan sorprendente, con los trabajos de casi tres centenares de colegios; la zona de prensa escuela, donde se apelotonan para escribir su noticia y salir en el periódico; el taller de caricaturistas, la exhibición de perros de la guardia civil, la zona de hinchables o de aventuras, los juegos de reciclaje, los ponis, los talleres forestales, el rocódromo y la zona deportiva, el taller de radio… Tantas cosas que ninguno de los críos sería capaz de recorrerlas todas antes del gran cierre del curso, con el Xabarín Club, y la entrega de los premios del concurso de fotografía, de los especiales del jurado, y los que merecen la mejor exposición, el mejor colegio de cada provincia y el premio de los premios, el Galicia.
Lo más importante, sin embargo, es que se celebra el trabajo callado de tantísimos chiquillos que, con sus profesores, han sido capaces de mentalizar y movilizar a barrios, pueblos o comarcas enteras para que se respete la naturaleza, para que no se la agravie, para que la mimemos.
Me voy al parque. Estoy ya con unas ganas inmensas de que lleguen las once, se abran las puertas, y empiecen a entrar niños y más niños mirando para todas partes.