La Voz de Galicia
Ventana abierta a todo lo que «se cuece» por la Red
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A pesar de que su tiempo no fue el de Internet, sus hazañas sí han saltado a la Red, incluso, después de muerto. John Balan, fallecido en plena Semana Santa, e internacionalmente conocido como el hombre orquesta gallego, fue mucho más que eso.
Protagonista desde pequeño de sus propias películas de vaqueros, este cowboy de Seixo, en Marín, logró hacerle sombra al vampiro Vladimir Pintos (originario de la ciudad del Lérez), se hizo famoso por «atropellar» a varias ancianas subido a una moto invisible, vio cumplido su sueño de volar a EE.UU. y, en general, logró hacer felices a varias generaciones de gallegos.

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Estrella en varios programas de José María Iñigo y de El loco de la Colina y con espectáculo propio en la TVG, su imagen quedará para siempre relacionada con esa puerta a la que él hizo sonar mientras imitaba una trompeta con su garganta. Un mágico instrumento para un hombre lleno de humor, retranca y fantasía y para que el que la Red guarda varios rincones especiales.
Con solo escribir su nombre artístico en Google ya aparecen 1.610.000 referencias y un sinfín de ventanas, tanto de webs como de blogs gallegos, que se hacen eco de sus hazañas.

Pero si hay una página donde las nuevas generaciones podrán recordar o conocer a este apasionado del wenster, ésa es Youtube, donde ya se han colgado varias escenas de un documental con el que la TVG le rindió un sincero homenaje. En el conocido portal se aprecia cómo «logró sentirse americano» y volar a Nueva York…

…o cómo logró convertir en mítica esa sintonía de «John, John Balan».

Asímismo, el conocido portal de vídeos también incluye anécdotas sobre el vaquero del Lérez, como ese anuncio sobre colchones que protagonizó y que, por supuesto, eran de la marca American…


Además, los más apasionados del personaje incluso debaten en Internet sobre si su figura inspira uno de los coloridos protagonistas del programa Muchachada Nui.
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Sin más me despido, haciéndome eco de una unánime despedida en la blogosfera gallega: Goodbye, cowboy.