La Voz de Galicia
Hablando de riqueza, pobreza, exclusión y con quienes no quieren quedarse al borde del camino
Seleccionar página

El sábado se clausuró la 57 edición de la SEMINCI en Valladolid.  Si el año pasado les hablaba de cine y compromiso, este año varias películas me han sugerido muros y barreras.

Empezando por el documental Separated , donde descubrí además de los conocidos muros entre Sahara Occidental y Marruecos o entre Palestina e Israel, el que separa a la etnia romaní de la poblacion «blanca» en Eslovaquia.

Este documental lo vi una hora después de un irritante Telediario de TVE. Con un criterio periodístico más que dudoso, en vez de hablar de pobreza, recortes de servicios sociales injustificados, lucha contra la corrupción, fraude fiscal o delitos semejantes, aparecieron nada más empezar reportajes, o mejor trampantojos, sobre una ETA aún con capacidad de matarnos, exaltaciones varias del nacionalismo español y catalán y unas deleznables imágenes nocturnas de la frontera de Melilla con las oleadas de inmigrantes que la acechan y atacan sin tregua, como los bichos de Starship Troopers. Si quieren intentar ponerse en el lugar de las personas que emigran, les recomiendo el documental Victimas de nuestras riquezas , donde nos cuentan las historias de las personas que llegaron a la valla de Melilla en el 2005.

En esta SEMINCI pude ver “La vida precoz y breve de Sabina Rivas” (Luis Mandoki, Mexico). Sabina (interpretada por la merecidamente premiada Greisy Mena) es una adolescente hondureña que intenta emigrar a México y Estados Unidos y por el camino descubre todo un infierno.

Antes del dichoso Telediario pude ver la recomendable película ganadora de la Palma de Oro, “Los caballos de Dios” (Les Chevaux de Dieu , Nabil Ayouch,Marruecos). Inquieta ver la descripción del proceso que provoca la transformación de unos chicos de barrio en los terroristas suicidas de los atentados de Casablanca en el 2003. Una interesante reflexión sobre la falta de acceso a la educación, la pobreza, la desintegración de la estructura familiar que hace que se queden sin referentes o el oportunismo de sectas y grupos extremistas para aprovecharse de la desesperación humana. Les dejo el trailer al final.

Más optimista y la que más me ha gustado, es “De óxido y huesos” (De rouille et d’os, Jacques Audiard, Francia/Bélgica). Una compleja, violenta y delicada historia de amor, superación y optimismo a pesar de la crisis.

No se la pierdan. Pocas veces un breve mensaje de móvil enviado por una impresionante Marion Cotillard ha hecho tanto por superar el muro de la discapacidad: OPE?

Iba yo deseoso de recomendarles también por optimista uno de los premios del público: “Para siempre” (Toj altijd, Nic Balthazar, Bélgica). Está bien (aunque un poco tramposa en ocasiones), pero optimista, lo que se dice optimista, no es (una hora de lloros y tres vinos al acabar como homenaje a la vida me costó).

Cuenta la historia del político belga Mario Verstraete, al que cuando se le diagnosticó esclerosis múltiple y conoció su destino, luchó para que en Bélgica se aprobara la ley a favor de la eutanasia, de la que el mismo fue el primero en beneficiarse.Ustedes verán.

No me dio tiempo a ver pero me recomendaron para este blog la Espiga de Plata “Hannah Arendt” (Margarethe Von Trotta, Alemania) con las razones de esta filósofa para no rendirse ante el mal. Y dos documentales premiados. Uno por el jurado: «Nosotros» (Adolfo Dufour Andía, España) sobre la situación de los trabajadores de SINTEL, y otro por el público: “Diaz-Don´t Clean up this Blood” (Daniele Vicari, Italia) sobre la indiscriminada violencia utilizada por la policía en la cumbre alternativa del G8 en Génova en el 2001.

Ya me dirán su opinión cuando las vean, aquí o en su página de Facebook «No nos pidan calma»

Nos vemos en el cine, en Cineuropa en Compostela en unos días o en Valladolid en la SEMINCI del año que viene. Estaría bien, por cierto, que en este caso se pensara un poco más en los espectadores y un poco menos en el «gremio» de amistades e intereses por muy bien que se coma en Valladolid,  no es muy gratificante ver películas rodeado de asientos VIPS vacíos, por ejemplo.