La Voz de Galicia
Hablando de riqueza, pobreza, exclusión y con quienes no quieren quedarse al borde del camino
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No se ustedes, pero a veces en esto de intentar «no quedarse inmovil al borde del camino» de lo que escribía en mi primer post uno tiene sus pájaras, se contradice y pretende no complicarse la vida, cumplir el expediente y quedar bien en vez de exigirse y exigir que las cosas cambien.
«Mejor no jugar, no sea que pierda«, parece que le dice su esposa al teniente Cedric Daniels,  uno de mis personajes favoritos en la muy recomendable serie de televisión The Wire.
Cruzar las líneas enemigas. Este mes me hizo reflexionar un post de Xan Hermida animando a «dejar las trincheras», a no dejarse vencer por el mejor callar, dejar pasar, antes de crearse enemigos.  Xan cuenta la anécdota de como en un bar llamó la atención a su dueño y a varios clientes que estaban llamando a gritos «terrorista» y «asesino» a un Zapatero en televisión. Independiente de que se esté o no de acuerdo con su línea política, esta actitud de no callarse ante el insulto o el grito, de exigirnos y exigir para todos un algo olvidado civismo, incluso en el desacuerdo o en la molestia, creo que es importante.

Calidad democrática. Toni Puig

Al leerlo me acordé de alguna otra anécdota, como cuando mi santa a la salida del cine tranquilamente llamó la atención y avergonzó a varios «adolescentes con picores» que habían estado haciendo ruido y molestando durante toda la película. O cuando yo hace unos días, tras un par de horas de aguantar en una habitación de hospital una insufrible tertulia de gritos de Telecinco tuve que rogar que cambiaran de canal (en casa, esta cadena la tengo junto a otras que también hacen apología de la agresividad, en unos canales lejanos para no caer en ellos ni siquiera zapeando).

Y me acordé también de cuando Bieito Rubido me comentaba hace meses, cuando vino a hablar de pobreza y medios de comunicación, de la importancia y urgencia de volver a tener valores, los compartamos o no.

Salvo para ludópatas, hay que arriesgarse a jugar. Este mes me han animado varios ejemplos de personas con valores, cada uno en su entorno:
La lucha, con huelga de hambre incluida, del activista Anna Hazare y de miles de personas contra la corrupción en La India tanto en la calle como en su web India contra la corrupción. Algo estamos aprendiendo en España de esto, con iniciativas como la del corruptódromo, pero nos queda bastante.

El ejemplo de esfuerzo de Mauro Rodríguez para cumplir su reto de completar a nado la travesía de la Ría de Vigo.

El trabajo de Manuel González por mejorar ¡y como! sus clases de historia en el IES Concepción Arenal de Ferrol creando con paciencia el canal de Youtube Clipmanía, con más de 1000 fragmentos de películas.

Toni Puig

Valores. Como aquellos y como la «objeción laboral» de la que habla Sergio Fernandez, y que se ven muy bien en los proyectos de  Ingeniería sin Fronteras Galicia, la prestigiosa ONGD en la que trabaja. O como creo que tienen muchos de las más de 129000 personas que ya han firmado para que se convoque un referendum para cambiar la Constitución.

Disculpen, pero creo que este post lo he escrito sobre todo para mi. En unos días asumiré un nuevo reto profesional junto a las personas con diversidad, que no discapacidad, intelectual y con un equipo de personas técnicas y voluntarias a las que su calidad y prestigio les preceden. Algo de inquietud si que tengo, no se lo negaré, pero también ganas de afrontarlo, de disfrutar compartiendo esfuerzo y valores. De acelerar para subir cuanto antes una cuesta o unas escaleras.

Prueben. Todos podemos, como canta Katy Perry en su premiado (y modélico desde el punto de vista publicitario) video: «You are a firework»

Y es que, si no se juega, es dificil vivir.

Cedric, Cedric. Yo creo que esa mujer no te conviene.