La Voz de Galicia
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Si van a ver This is Brazil! no esperen encontrar garotas con frutas en la cabeza. No todos los artistas atienden a razones etnográficas, folclóricas o de raíz. De hecho, muchos de los artistas de esta exposición parecen más europeos que tropicalistas. Porque el lenguaje y los códigos del arte son salvajemente transversales. El neoconcretismo brasileño, por ejemplo, sigue donde lo dejó De Stijl y efectivamente es más orgánico, más selvático. Pero el suizo Max Bill podría colarse en el movimiento y nadie lo notaría. Y no es por la legendaria neutralidad suiza sino porque el idioma empleado es universal. Seguramente podría haberse hecho una selección más localista y convertir Kiosco y Palexco en la semana brasileña de unos grandes almacenes. Pero se trataba de traer las mejores piezas. Las caipirinhas las sirven en otra barra.