David Hockney, el retorno del hombre tranquilo
Texto publicado en el último número de la revista DARDO. He seleccionado como ilustración para el blog el momento en que Queen Elizabeth le entrega la orden del mérito. Dos iconos y mucho gin tonic.
En las últimas etapas de su homérica gira, Bob Dylan sale a tocar un absurdo pianito que queda ahogado por el estruendo de su banda. Todo el mundo quiere que vuelva a empuñar la guitarra, para volver a ser el bardo eléctrico que todos imaginaron alguna vez. Él se excusa diciendo que un señor mayor debe poder decidir qué instrumento toca.
David Hockney también tiene derecho a chochear y, si quiere manosear un ipad, está en su derecho. Él más que nadie. Aunque todo el mundo le pida que toque sus grandes éxitos. De todos modos no es el pincel, la brocha o la tableta quien pinta. Pinta la cabeza. Un ipad en manos de … Seguir leyendo