La Voz de Galicia
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Y entonces llegó Caride

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Un editor gráfico en periodo electoral se parece mucho a un funambulista. Está más pendiente de mantener el equilibrio que de la calidad. Además las fotos que vienen suelen pasar antes por un turmis, diseñado por el director de campaña, que coreografía al milímetro los mítines y las aburridas apariciones públicas del candidato. A veces, el candidato baja a la arena para mezclarse con el pueblo llano en los mercados o en las fábricas, para rápidamente volver a la familiar seguridad y al confort del coche oficial (por eso los coches oficiales tienen que ser tan caros: son el hogar o el refugio del candidato, nada mejor que una buena berlina alemana para el reposo del guerrero, o para catar un buen crianza, durante los quince días de la campaña) Incluso en estos casos el margen para trabajar es mínimo y todas las fotos, en todos los … Seguir leyendo