La Voz de Galicia
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[singlepic id=69 w=320 h=240 float=right]El matemático Domingo Fontán, secretario de la recién creada Diputación de Galicia, no conseguía aguantar parado dentro de su despacho en A Coruña, en aquel abril de 1822. Necesitaba salir de viaje, había un país entero por dibujar. Pero, ¿cómo hacerlo, si había que seguir las sesiones de los diputados y también realizar todo el trabajo burocrático? Pues lo hizo como cualquier empleado con buenas relaciones en el trabajo: pidió una mano a su jefe.

Para un hombre que reunía amigos en todas las esferas del poder –además de secretario de la Diputación, Fontán era catedrático de la Universidad de Santiago y sobrino de dos curas–, no sería tan difícil justificar sus ausencias. El hecho de que el Jefe Político de la Diputación era Antonio Loriga, un hombre que ya le había ayudado antes, también le ayudaría a abrir puertas. Loriga era el dueño del pazo en el pueblo de Sigrás desde donde, en 1816, el matemático había medido los primerísimos ángulos de su tierra. (Mira el post con el vídeo que enseña el Pazo de Sigrás, donde estaba el palomar elegido por Fontán para empezar su trabajo.)

Pero hay una divergencia entre la historia oficial, contada por el propio Fontán, y lo que realmente ocurrió. Según lo que se ha dicho hasta hoy, los diputados consideraron que Fontán seria más útil al país sobre las cumbres de los montes que desde dentro de un despacho polvoriento y que, por eso, le permitieron salir de viajes.

Lo que no esta escrito es que el permiso para sus salidas no fue sometido a las Cortes en Madrid especificamente en nombre de Fontán, pero sí como una mejora general para las condiciones de trabajo de la «clase» de los secretarios. Lo que fue vendido como una lucha por los «derechos» de los funcionarios, en realidad, tenía como justificación única permitir que Fontán saliera al campo. Fue la forma hallada por los políticos, en tiempos tenebrosos para la ciencia española, para autorizar el matemático a realizar la nada fácil tarea de recorrer su país entero.

[singlepic id=70 w=320 h=240 float=right]El documento a la derecha, del 13 de abril de 1822, es el pedido de la Diputación de Galicia para que los secretarios fuesen sustituidos por «oficiales mayores» siempre que no pudieran comparecer, en caso de «ausencias y enfermidades». Está firmado por el doble, Antonio Loriga, Jefe Político, y por su secretario, Domingo Fontán.

En el documento, Loriga sostiene que el pedido fue hecho para «que se arreglen las secretarias», «consiguiendo el doble objeto del mejor servicio y mayor economía». En otro documento ubicado en la misma carpeta del Archivo del Congreso, en Madrid, la Diputación de Galicia se levanta en defensa de sus funcionarios: «ha llegado la época en que los secretarios salgan también del estado precario en que existieron hasta ahora», y insiste en la solicitación de que un oficial mayor pueda sustituirle. El secretario ausente tendría aún una «cuota fija» por razón de «gastos de oficina», «exclusivamente sobre su responsabilidad». Todo para dotar de medios a Fontán, para que pudiera crear el primer mapa de Galicia.

La versión del matemático. En un texto autobiográfico, Fontán ofrece su versión del episodio: «Era el objeto de los dignos Diputados, que así le honraron, coadyuvar a que más bien continuase su Carta de Galicia, que a que se viese engolfado en el despacho de expedientes: así fue que entonces hizo más progresos en sus operaciones geodésicas, dedicando a ellas el tiempo que podía en las mejores estaciones del año, autorizado con pasaportes para ser auxiliado; pero sin ser al mismo tiempo gravoso, ni a los pueblos, ni a los fondos de la Diputación, de la cual sólo recibía el sueldo de Secretario».

Una vez concedido el permiso, el matemático pudo aprovechar el verano para empezar un largo viaje por el interior del país. Se marchó a la Terra de Melide, en el centro de Galicia, cerca de la frontera de las provincias de A Coruña y Lugo, donde pasó un mes entero. Tenía la documentación en día, estaba dentro de la ley y contaba con el permiso y la bendición del jefe.

El viaje por Galicia tras los pasos de Fontán seguirá en la Terra de Melide, la tercera ruta de este proyecto. A lo largo de los próximos días, serán colgados aquí vídeos, fotos y textos sobre el paso de Fontán por el centro de su país. Las otras dos rutas por la Galicia de Fontán, ya completadas, pueden ser vistas aquí, por medio de reportajes con contenido multimedia. Para leer el perfil del hombre que pasó 17 años recorriendo su tierra pueblo por pueblo, haz clic aquí.