La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
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El viaje hikikomori

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Más de los hikikomoris. Apunta en su web V-M, en relación a los viajes hikikomoris de su Dietario voluble: «Aunque estoy continuamente en aeropuertos, el viaje hikikimori alrededor de mi cuarto es una de mis especialidades. Viajo mucho en torno a mi habitación -modalidad deportiva que inauguró Xavier de Maistre– y también por un espacio aún más mínimo, en torno a mi cráneo, un tipo de viaje que patentara Frigyes Karinthy. Pero es cierto que en Dietario voluble aparecen aeropuertos y muchas ciudades. Con esto del viaje interior y exterior ocurre algo parecido a lo que pasa conmigo, que soy el autor del Dietario, pero en la portada aparezco de espaldas, como queriendo indicar que estoy y no estoy en el libro». 

En efecto, Xavier de Maistre fue un pionero en el arte de la exploración interior con su Viaje alrededor de mi cuarto, al que … Seguir leyendo

Coincidencias

Una de las claves de la literatura de Paul Auster la constituye ese endemoniado juego de cruces de itinerarios, coincidencias y golpes de azar que van empujando a sus personajes por las rutas del asombro, esa forma insondable de suspendernos en la telaraña del tiempo.

Yo, que creo en la absoluta trascendencia del azar (tal vez el divino laberinto de los efectos y las causas del que hablaba Jorge Luis Borges), todavía me quedo de vez en cuando reducido al espasmo ante esas acrobacias que la vida nos arroja a la cara.

Por ejemplo, en los últimos días, por una de esas sorprendentes coincidencias austerianas, El Lamento de Portnoy y yo hemos escrito, cada uno por su cuenta y riesgo, sobre El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad, y After Dark, de Haruki Murakami.

Y es que el azar siempre está ahí agazapado, al … Seguir leyendo

Bartleby

«Soy un hombre de cierta edad. En los últimos treinta años, mis actividades me han puesto en contacto íntimo con un gremio interesante y hasta singular, del cual, entiendo, nada se ha escrito hasta ahora: el de los amanuenses o copistas judiciales. He conocido a muchos, profesional y particularmente, y si quisiera podría referir diversas historias que harían sonreír a los señores benévolos y llorar a las almas sentimentales. Pero a las biografías de todos los amanuenses, prefiero algunos episodios de la vida de Bartleby, que era uno de ellos, el más extraño que yo he visto o de quien tenga noticia. De otros copistas yo podría escribir biografías completas; nada semejante puede hacerse con Bartleby. Creo que no hay material suficiente para una plena y satisfactoria biografía de este hombre. Es una pérdida irreparable para la literatura. Bartleby era uno de esos seres de quienes nada es indagable, salvo … Seguir leyendo