Cuando no todo era low cost
Corren los tiempos tenebrosos del low cost . Todo (o casi todo) se abona a esa receta del bajo coste y el clic gratuito que progresivamente ha ido estrechando nuestro mundo hasta reducir a apenas un puñado de prioridades aquellas cosas por las que todavía estamos dispuestos a pagar algo más que por un vuelo a Londres. Y, como era de prever, no solo se han desplomado ciertos precios, sino que, paralelamente, se han derrumbado otras variables no precisamente secundarias, como la calidad o la profundidad, freídas sin mayores rodeos en la parrilla del mercado total.
Pero, aunque ahora parezca inverosímil, no siempre fue así. Hubo un tiempo no tan lejano en que, por ejemplo, la literatura ahondaba en algunas verdades sin pasar previamente por el escáner del departamento de márketing. A esa generación de insobornables, de tipos irredentos y genuinos hasta la médula, coherentes consigo mismos -incluso con las … Seguir leyendo