La Voz de Galicia
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Five Spot After Dark es la pieza musical que ha inspirado el título (y algo más que el título) de la última novela de Haruki Murakami, After Dark. Una excusa bastante oportuna para degustar un poco de jazz del bueno. Os dejo aquí la crítica sobre la narración de Murakami que hoy publico en el suplemento Culturas de La Voz de Galicia:

 Murakami retrata la desoladora noche de Tokio

After Dark, la nueva novela del celebrado autor japonés Haruki Murakami (Tokio, 1949) transcurre en una sola noche, entre las 23.56 y las 6.52 horas, y entre dos frases: «Perfil de una gran ciudad», que abre el fuego, y «La noche se ha acabado por fin. Aún falta mucho tiempo para que nos visiten de nuevo las tinieblas», que echa el cerrojo a un relato coral que, en realidad, no remata en el sentido estricto de la palabra, sino que, como algunas películas, simplemente se detiene en una incierta pausa que suspende toda acción.

Tusquets publica ahora en español esta narración, que nos adelantó Galaxia en su versión en gallego (Tras o solpor) hace ya un mes. Aquí Murakami se mantiene fiel a su exitosa receta, que lo ha convertido en una singular mezcla de autor de culto, superventas y hasta asiduo de las quinielas otoñales del Premio Nobel de Literatura. El japonés, ante aquella disyuntiva planteada por Umberto Eco en Apocalípticos e integrados ha elegido, como el propio Eco, la senda de los integrados. Su coctelera digiere a un tiempo cierta tendencia a la prosa poética con una gran habilidad para confeccionar diálogos creíbles y ágiles, fórmula a la que añade un despliegue de recursos procedentes de la cultura popular: televisión, cine, música (el título de la obra es un tributo a Five Spot After Dark, del trombonista Curtis Fuller), literatura, periodismo y, claro, la omnipresencia de las marcas y franquicias que hacen de Tokio un escenario intercambiable con cualquier otra gran ciudad del globo.

En After Dark evoca Murakami el ambiente de algunos filmes de esencia nocturna, como Jo, qué noche, de Martin Scorsese, o Noche sobre la Tierra, de Jim Jarmusch. En ese singular caos de la madrugada planta el escritor a sus protagonistas: Eri, una joven modelo que un buen día decide irse a dormir y no despertar jamás (lleva ya dos meses en la cama); su hermana, Mari, que, angustiada por la situación de Eri juega a la contra: pasa las noches insomne, fuera de casa, leyendo en un bar cualquiera o deambulando por ahí para no tener que enfrentarse al sueño; Kaoru, una ex campeona de lucha libre femenina que regenta un love-ho (hotel por horas o, en plata, casa de citas) llamado nada menos que Alphaville; Takahashi, un joven trombonista de un grupo de jazz; y Shirakawa, un informático que trabaja de madrugada para huir de su modélico hogar.

Es cierto que Murakami no profundiza aquí en los personajes ni en sus acciones. Pero quizás ese sea precisamente el signo de estos tiempos difusos que el autor retrata con inusual destreza.