La Voz de Galicia
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El escrache

Algunas situaciones generadas por la crisis, principalmente la tragedia de los desahucios de quienes no pueden afrontar sus hipotecas, han dado paso a un modo de protesta nuevo en España. Consiste en acudir un grupo de personas ante el domicilio o el lugar de trabajo de alguien —a quien también puede abordarse en la calle— y manifestar públicamente su protesta por aquello de lo que lo acusan. Estas acciones tienen un nombre, escrache, y un verbo, escrachar. Ambos proceden de Argentina, al igual que el sistema de protesta.
El Diccionario dice de escrachar que es de uso coloquial en Argentina y Uruguay y le atribuye dos significados. El primero, ‘Romper, destruir, aplastar’ (¿recuerdan el gallego escachar ‘romper en cachos’?): «Si el paquete se escracha en la calle, ojalá le pegue en el melón a la de Gutusso, lechuzón repelente» (Julio Cortázar, Rayuela, 1963). El segundo, ‘Fotografiar a una persona’: «Con … Seguir leyendo

La «gota malaya»

Hace unos días buscamos en Internet el sintagma bota malaya. Los resultados ofrecidos por Google, Bing y Yahoo! fueron en total 2.804, muchos de ellos repetidos en los tres buscadores. Cuando indagamos por gota malaya, las respuestas ofrecidas fueron 40.780. Lo que, entre otras cosas, es un ejemplo más del gran número de minas y cargas de profundidad al conocimiento que van a la deriva por el ciberespacio.
La bota malaya es un método de tortura consistente en apretar, mediante un torniquete, un pie que se introduce en un aparato. Al aumentar la presión se llega a fracturar los huesos y, consecuentemente, se causa un terrible dolor. El mundo occidental quedó horrorizado por la maldad de los malayos y la bota que se les endilga cuando vio la película Mares de China, de 1935, interpretada por Clark Gable y Jean Harlow. El sufrimiento del mítico galán cuando aquellos hombrecillos de … Seguir leyendo

A mal tiempo…

Un cronista describía así cómo había sido en el Vaticano el primer día del cónclave: «Miles de personas desafían la meteorología y siguen los principales actos de la jornada». Volvemos a tropezar con la nomenclatura meteorológica. Si nos fijamos en la etimología y en la construcción de los vocablos, es fácil evitar traspiés en esta materia. Los peores de estos son quizá usar metereología, metereológico y metereólogo por meteorología, meteorológico y meteorólogo. Solo hay que conservar la raíz meteoro-, que hace referencia a los meteoros, fenómenos atmosféricos como el viento, la lluvia, los rayos…
Meteorología (tomada tal cual del griego, de meteoro y -logía ‘tratado’, ‘estudio’, ‘ciencia’) es el nombre de la ciencia que trata de la atmósfera y de los meteoros. Hoy es muy frecuente verlo empleado con el significado de ‘conjunto de los meteoros’, ‘tiempo atmosférico’. Es el caso del ya citado «Miles de personas desafían la meteorología». … Seguir leyendo

El guasap

En la era de Internet se están acelerando las importaciones de voces extranjeras, que unas veces enriquecen el español y otras lo maltratan. Los mayores problemas consisten en saber cómo se deben adaptar esas palabras y en qué momento hay que darles carta de naturaleza a esas novedades.
Twitter, marca registrada que da nombre a una de las denominadas redes sociales de Internet, es el origen de toda una familia léxica en español. Así, se ha creado tuitero (persona que participa en Twitter), tuitear (enviar un texto por Twitter), retuitear (reenviar en esa red algo recibido en ella) y tuit (mensaje), plural, tuits. Como se ve, hay una importante alteración gráfica respecto al original Twitter. La uve doble de este se ha convertido en una u, que es como la pronunciamos tras la consonante, y las dos tes se han simplificado en una. La gran difusión de estas … Seguir leyendo

La abdicación

Pese al plácido discurrir de los días en el siglo I antes de Cristo, se acuñó entonces el tempus fugit. Nos queda la incógnita de lo que diría Virgilio si asistiese a estos momentos de aceleración histórica. Así, el que fue campeón de la democracia española en la transición y llevó durante tiempo el gobernalle a satisfacción del respetable ve hoy su nombre asociado a un verbo estremecedor: abdicar.
El significado principal de abdicar usado como verbo transitivo es traspasar un soberano (sujeto) la corona (complemento directo) a otra persona (complemento introducido por la preposición en): La reina Beatriz abdica el trono en su hijo Guillermo. También es posible —e incluso más frecuente— la aparición del verbo abdicar en uso absoluto, es decir, sin expresar el complemento directo, que se da por sabido: La reina Beatriz abdica en su hijo Guillermo. Es asimismo frecuente prescindir del complemento introducido por … Seguir leyendo