La Voz de Galicia
Políticamente, solo se puede ganar o morir
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20.00. Encuesta a pie de urna de Ipsos para la TVG. Con horquillas amplísimas, pronostica que el PP podría gobernar en A Coruña, Ourense, Santiago y Ferrol.

19.28. Un fenómeno característico de la política autonómica es el carácter guadianesco del fenómeno independiente. Condicionan el Gobierno en numerosos concellos, no son fieles a unas siglas, pero en muchos casos se dejan querer  por los grandes partidos.

19.00. Se habla mucho en Twitter de ciertas encuestas a pie de urna (israelitas) de la FORTA. Pronosticarían una victoria más que rotunda del PP en Madrid y un caos multicolor en la ciudad de Barcelona. Pero parece ser que son de primera hora de la mañana. Habrá que fiarse lo justo de ellas.

18.40. La participación en Galicia sigue siendo más alta que en el 2007. Sube mucho  en A Coruña -4,5 puntos-, Santiago (5) y  Pontevedra (6).

17.10. Me entero por Twitter de que Ana Rosa Quintana ejerce hoy de presidenta de mesa. Era suplente y faltó el titular.

17.00. Los partidos minoritarios tienen bastante difícil entrar en las corporaciones municipales. Y no es culpa de la fórmula D’Hondt, que en sí misma es bastante proporcional. Esa responsabilidad descansa en las barreras del 5% exigidas para que los votos puedan convertirse en escaños/concejales y en el número de actas a repartir en las circunscripciones.

16.30. Paso por delante de diversas exhibiciones de cartelería de los tres grandes partidos gallegos. Y paso por debajo de un puente peatonal. De él cuelgan sendas pancartas formato sábana pintada con rotulador y/o spray. Su mensaje no puede ser más diferente. Uno anuncia una boda. El otro hace propaganda de Esquerda Unida. La crisis puede hacer avanzar a la coalición izquierdista. En Galicia las encuestas les dan posibilidades de entrar en alguna que otra corporación de las ocho principales poblaciones distintas a Ferrol y Vilagarcía, donde ya tienen presencia hace tiempo. Si es así, ¿es la antesala de una futura alteración del sistema político tripartidista gallego? Y, sobre todo, ¿quién será el damnificado de esta supuesta irrupción?

16.00. ¿Qué pasará con el movimiento 15M tras los comicios? La calle anuncia que seguirán las movilizaciones, pero tal vez se desinflen por el paso del tiempo. Si no ocurre nada extraordinario hasta entonces, las generales del 2012 (si son en el 2012) pueden ser el perfecto escenario para una auténtica y masiva manifestación de la indignación popular.

15.00. Veremos cual es el dato definitivo cuando cierren los colegios, pero la participación en Galicia es cinco puntos más elevada que en el 2007.  Y en la ciudad de A Coruña, que -repito- huele a tristeza y decepción tras el descenso del Dépor, sube en 4,5. La teoría dice que el aumento de participación corresponde a la movilización de potenciales votantes socialistas. ¿Será verdad? ¿Tendrá su reflejo en las urnas y el PP seguirá rozando, pero no gozando del poder urbano en Galicia?

14.30. Conviene echarle un vistazo al mapa político del poder local en Galicia. Refleja una distribución de alcaldías bastante plural. El de esta noche creo que será más uniforme, pero los ciudadanos no deciden directamente quién es el alcalde. Lo harán los concejales electos. Y ahí entran en juego los pactos, acuerdos y componendas. Es nuestra tradición. Es nuestro sistema. Para bien y para mal, no resulta coherente defender que las fórmulas electorales sean más proporcionales y luego demandar que gobierne la lista más votada.

14.00. Feijoo, que tiene residencia oficial en Santiago, ha votado en Vigo, donde posee una vivienda. La mansión presidencial de Monte Pío se utiliza poco. ¿Eso también es austeridad?

13.30. Hoy también se eligen, de manera indirecta e intrincada, a unas corporaciones obsoletas y opacas que solo sirven para repartir dinero: las Diputaciones provinciales. Para los partidos son importantes. Les permiten dar más prebendas y colocar a muchos de los suyos. Y no siempre de manera transparente. Aclaro, no solo cuecen habas en la de Ourense. Aunque allí, sin duda, la pota es más grande.

13.00. No pueden votar los residentes ausentes por disposición legal. Pero sí pueden hacerlo los extranjeros residentes. Somos un país fronterizo, ¿por qué no engordar el censo con nuestros vecinos del sur, los portugueses? Se denunció antes de la campaña, y se actuó en algunos puntos. Pero no en Boborás (Ourense), donde han votado varios lusos supuestos habitantes de una casa en ruinas. Sin comentarios.

12.30. No puede haber elecciones en Galicia sin carrexo de votantes. Es una tradición. Y una traición al espíritu democrático.  Muy condenable, pero dificimente demostrable. Según informa EFE, en Lugo varios PSOE, BNG y EU han presentado una denuncia por el transporte dirigido -suponemos que papeleta en mano- desde una residencia de la tercera edad. Si funcionara así de bien el transporte público ordinario…

11.30. Ya han votado varios de los principales candidatos. Algunos madrugan, otros, no tanto. En torno a las 10.30 ha votado el del PP en Santiago, Gerardo Conde Roa. Su distintivo de campaña fue CR11. Es ingenioso. ¿Será profético? ¿Hace referencia al número de concejales que va a obtener en las urnas? Si es así, no le irá bien. Volvería a gobernar Bugallo en Santiago.

11.00. En A Coruña hoy muchas calles huelen mal. A tristeza, a desolación. Por causas deportivas. O deportivistas. Y hay quien se teme que el drama pueda retraer a los votantes de las urnas. En el resto de Galicia la principal amenaza para la participación es el Sol. Durante muchos años se dijo, de forma equívoca, que los gallegos no participábamos en las elecciones por el mal tiempo. Para el Estatuto del 81 se inventó un lema rotundo, sonoro y poco normativo (pero entonces no había normativa oficial): Anque chova vota. Habría que reeditarlo y reimaginarlo. Pero daría igual: la gente no participa cuando tiene ante sí elecciones poco competitivas o cuando su clase política incentiva, queriendo o sin quererlo, la desmovilización.

10.00. Llegó la jornada electoral. Se vive de momento con tranquilidad en Galicia. Un servidor ya ha ido a votar. A una mesa en la que -si no hubiera mediado la dispensa previa de la para muchos maldita junta electoral- hubiera tenido que ejercer de presidente.  A una mesa a la que nadie de los convocados se presentó y que tuvo que ser formada por los sorprendidos primeros votantes. Vivirán de forma diferente un 22-M protagonizado por los indignados, pero al que la mayoría de los votantes acuden hastiados, resignados y desencantados. Eligen alcalde para cuatro años. A muchos les gustaría que eligieran presidente, pero hoy no toca.