La Voz de Galicia
Políticamente, solo se puede ganar o morir
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El PP viajaba por una plácida corriente hacia la Moncloa. Con el almirante Mariano al timón, la formación que agrupa a todo el espectro político relevante del centro hasta la profunda derecha describía una singladura sin virajes bruscos. Hasta que un antiguo comodoro decidió que ya bastaba de tranquilidad. Cortadas sus aspiraciones, Paco Cascos, ex de todo en el PP y en el aznarismo, se plantó, se marchó y ha abierto una vía de agua en la nave popular.

¿Puede la defección de Cascos tener consecuencias para el futuro presidencial soñado por Rajoy? Pues sí. De momento, las aspiraciones del ex ministro de Fomento de aspirar a la Junta del Principado ponen en dificultades a los populares asturianos.

Ya hay quien pronostica que su candidatura puede adelantar en las preferencias del electorado a la oficialista. Si eso sucede o si, como aventuran algunos  periodistas asturianos, Cascos gana las autonómicas, el pontevedrés tiene un problemón. Y no solo en Asturias (donde el PSOE aplaude con las orejas la jugada). El éxito del sidra party que monte el  cazador de osos puede romper la sacrosanta unidad de la derecha en todo el Estado y/o abrir la puerta a la gran fantasía de muchos militantes del PP: el regreso triunfante de Aznar.