La Voz de Galicia
Políticamente, solo se puede ganar o morir
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Xosé Luis Barreiro cuestionaba hace una semana en un encuentro digital de La Voz a los conselleiros de la Xunta de Feijoo.  Entonces cuestionó su competencia y explicó su escasa popularidad entre los ciudadanos gallegos.

Le preguntaron: «¿A qué se debe que casi todos os conselleiros sexan uns decoñecidos para nós?»
Réspondió: «A que xa eran descoñecidos cando os nomearon e a que están no seo dunha Xunta absolutamente presidencialista que non lle da ningunha oportunidade de facerse ver. Teño que dicir para ser sinceiro que se eu presidira esta Xunta tampouco a deixaría ver».

Es indudable que la gestión de Feijoo es presidencialista y que él acapara toda la atención mediática posible (Pueden verse tartas y representaciones gráficas en el blog Axenda Política). Pero los conselleiros conquistan cada cierto tiempo sus momentos de gloria. Y se lucen, vaya si se lucen. No lo digo solo por el renuncio en que cayó  Roberto Varela (Cultura) a cuenta del Desván de los Monjes, sino por la «representación» que protagonizaron  ayer en Santiago los titulares de Traballo y Economía, Beatriz Mato y Javier Guerra, tras dejar hacer a un clown durante un acto correspondiente al Día Internacional de la Mujer (con toda la buena intención del mundo, pero…).

La foto (de Xoán A. Soler) está hoy en la mayoría de los diarios impresos. Quizá no necesita comentarios. Quizá sugiera uno fácil y demagógico: hace falta más pan y menos circo. Lo que es evidente es que no están la economía y el mercado de trabajo para fiestas. Y que el Entroido ya pasó. Entonces Feijoo se disfrazó. Ayer estaba presente, pero no salió en la foto. ¿Deberían aprender de su presidente?