La Voz de Galicia
Políticamente, solo se puede ganar o morir
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El PP gallego está en un aprieto. Su número tres, Antonio Rodríguez Miranda, ha sido pillado en un escándalo. Cobró dinero que no le correspondía por desplazarse al Parlamento durante la pasada legislatura. Y lo ha reconocido.

El alaricano es el principal implicado en un caso, el de las dietas por desplazamiento, que salpica a todos los diputados. Y es que el sistema permite o propicia las trampas. Ahora el PP intenta  mitigar la erosión sufrida por su portavoz, que en otros paises con tradición democrática más larga ya habría tenido que irse (y no de miranda -permítaseme el juego de palabras-, sino a su casa). Con el dinero público no se juega. ¿O sí?

El daño causado por este escándalo al austero Feijoo es mayúsculo. Miranda fue elevado a los escalones más altos del PP galaico para ejercer de escudo del presidente y azote de la oposición. Ahora el escudo está roto y el cazador ha sido cazado.

Para contrarrestar este vergonzoso asunto, los populares han puesto en marcha el ventilador. En una etapa temprana del dietagate intentaron pringar a la portavoz socialista Mar Barcón, pero ésta zanjó el asunto con un certificado de la cámara, y a la actual directora general del Instituto de la Mujer, Laura Seara. Ahora insisten en acusar a la ourensana. Buscan una pieza de caza mayor que evite un final dramático y abrupto a la carrera política del emergente Miranda, ¿lo conseguirán? ¿Feijoo aparte, tiene futuro en el PP algún político ourensano que se enfrente a los baltares y su rebarbadora?