La Voz de Galicia
Políticamente, solo se puede ganar o morir
Seleccionar página

Ayer me lo comentaba un compañero (siempre bien informado) en la redacción. Para el puesto de presidente del Parlamento suena el nombre del actual conselleiro de Presidencia, José Luis Méndez Romeu. También lo dice Domingos Sampedro en Tres Puntadas.

Quizá el conselleiro tenga razones para estar contento. No lo creo. Lo que ha ocurrido con Villarino (y con ilustres antecesores como Victorino Núñez) nos permite extraer dos lecciones:

1. Las presidencias del Parlamento son sillas peligrosas. Como la de la Tabla Redonda que el Rey Arturo reservaba al mejor de sus caballeros: se tragaba a sus ocupantes.

2. Si se quiere triunfar en política en España, hay que dominar el aparato del partido. No vale de nada ser un Obama (guapo, listo, brillante y buen orador) si no se mantiene influencia en la agrupación local o comarcal de turno. La fontanería casu siempre se impone.