La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Una década en canciones (2ª parte)

Nota: se han quitado todos los vídeos porque daban problemas a la hora de cargar la página

ALEJANDRO SANZ «No es lo mismo» (2003)
No es lo mismo demostró claramente la posibilidad de hacer una música comercial, de calidad y con cierto riesgo en España desde el mismísimo número 1 de ventas. Vamos, que no es una utopía. Solo hacen falta ganas, algo de agallas y, claro, talento. El tema se convirtió en un himno que el candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Rafael Simancas, adoptó a modo de eslogan en su lucha electoral con Esperanza Aguirre. Como al PSOE gallego en las autonómicas con Coldplay, tampoco le salió bien

OUTKAST «Hey ya!» (2003)
Una canción que arrancó acústica e inspirada en los Buzzcocks, Ramones y The Smiths, terminó por convertirse en un torbellino de funk-pop recordatorio de lo mejor de Prince. Medio mundo bailó con su … Seguir leyendo

Piezas del puzzle del año 2008

(Como no sabía cómo abordar el tema de las listas de lo mejor y lo peor del año, recurrí a una lista hecha por el periodista David Saavedra en 2003 en el Feedback-zine, que me pareció muy simpática. Eso sí, dándole un pequeño toque galaico)

Disco del año: el Með suð í eyrum við spilum endalaust de Sigur Ros a nivel internacional y el Cronolanea de Lori Meyers en el nacional. En ambos casos reafirmándose.

Un concierto: Bob Dylan en Vigo. Cuando tocaron esa version demoledora de It’s Alright, Ma (I’m Only Bleeding) fue como para morirse de placer allí mismo.

Un festival: por cartel el Primavera Sound como en los últimos años, aunque no haya podido ir. Y aquí, en Galicia, el Sinsal, Vangardas Sonoras, Voces Femeninas, Sonorama, Pecados y Mulleres Arte+Parte. Impagable la labor de todos ellos.

Un grupo revelación: dicen que Los Campesinos!, pero no … Seguir leyendo

Otro año sin canción del verano

(publicado en la sección Al sol de La Voz de Galicia el martes 26 de agosto)

Además de los mosquitos, los pringues de bronceador y las consecuencias de los abusos gastronómicos, los meses de julio y agosto traen consigo, por lo general, una pesadilla típicamente estacional: la canción del verano. Se trata de esa pieza particularmente pegadiza, que combina con malsana precisión una letra banal (que si el chiringuito, que si boooomba, que si el pechito y el cachete), una melodía facilona y un contagioso carácter efímero que, con o sin bailecito, acaba por hipnotizar a todos. Como si de un homenaje al mal gusto se tratara, todos los años surge algún King África, algunas Ketchup o algunos Los del Río dispuestos a eliminar cualquier sentido del ridículo entre el gentío hasta septiembre, fecha en la que todo vuelve a la normalidad

Pues este año no. No ha habido canción … Seguir leyendo