The Strokes «Angles» (Sony, 2011)
El mundo del pop se mueve por estímulos. Uno de los más arrebatadores se produce cuando una banda sale a escena y el espectador dice para sus adentros: «Voy a seguirlos allá donde vayan y los defenderé a muerte». Los Strokes del 2001 eran así. Como los Stone Roses del 89 o los Oasis del 94 atesoraban el cóctel perfecto de canciones, sonido, imagen y actitud. Unas adoraban a Casablancas, Moretti, Valensi y Fraiture. Otros deseaban ser o, al menos parecer, tan cool como ellos. Y todos, sintiéndose jubilosamente jóvenes, vibraban con temas como Last Night. El que brotasen detractores acusándolos de ser un refrito ponía la guinda: obligaba a la militancia.
Diez años después quedan apenas reliquias de aquello. El cuarto álbum de la banda no solo es flojo, errático y prescindible, sino que invita a pensar, esta vez sí, que quizá ya nunca más volverán a ofrecer … Seguir leyendo