La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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La política pop y lo que nos espera

Hace poco, en la rueda de presentación de un festival al ver allí a un conocido político del BNG coruñés, le comenté a una compañera de otro medio: «Mira que me da mal rollo cuando los políticos se meten en estas historias”. Me temo que, o bien no modulé la voz o hubo una interacción astral, porque en cuanto el susodicho tomó la palabra lo primero que dijo es que iba a ser breve, ya que era consciente de que un político en un acto así siempre despertaba sospechas.

La compañera sonrió y yo, la verdad, me quedé un poco cortado, ahí en la primera fila de la rueda de prensa. Aunque sea cierto que la imagen de un político y un músico de la mano, de buen rollo y con buena sintonía, es algo que me sigue echando para atrás (tanto da que sea Miguel Bosé, Bruce Springsteen, Noel … Seguir leyendo

Guns n’ Roses «Appetite for Destruction» (Geffen, 1987)

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Este es EL DISCO. Sí, señores, ni Loveless, ni Stone Roses, ni Doolittle, ni Nevermind ni leches. Antes de siquiera saber qué era eso del indie, si existe un elepé que puso realmente patas arriba a toda una generación en tiempo real, justo cuando ésta empezaba a tomar uso de razón musical, fue el extraordinario Appetite for Destruction de Guns n´Roses . Si me apuran, me atrevería a decir que sólo el The Joshua Tree de U2 y, poco después, el And Justice For All de Metallica pudieron superarlo como punto de encuentro entre todos los adolescentes de la época que escuchaban música “de verdad”.

No era para menos, los Guns n´Roses de aquel entonces eran un cocktail verdaderamente explosivo. Por un lado, poseían una actitud pasada de vueltas ideal para las hormonas afiladas y una imagen que ya forma parte de la iconografía del rock … Seguir leyendo

Las dos historias del rock

Existen dos historias del rock: la que llega hasta el 77 y la que arranca justamente desde ahí. En la primera parece existir consenso al respecto: los Stones, los Byrds y Jimi Hendrix con clásicos, y pese a todos los malditos que se quedaron por reconocer, la justicia prevalece. En la segunda, sin embargo, nada es lo que parece, lo más conocido y radiado rara vez suponía lo mejor. En los ochenta, mientras Dire Straits, Simple Minds y Spandau Ballet sonaban en las radios de medio mundo, el subsuelo ardía. Se anunciaba la explosión que llegaría años después.

Uno de aquellos no-hits era Never Understand de Jesus and Mary Chain. Pasión, mitomanía y nihilismo en una cápsula que nacía de espaldas a todo, que es la única manera de hacerse fuerte cuando eres un joven aterrorizado y totalmente inseguro. Fueron nuestros Sex Pistols particulares, nuestra Velvet Undeground en tiempo real, … Seguir leyendo