El último aliento de la vieja crítica musical
Difícil lo tiene la crítica musical en los tiempos del trending topic y los lectores que, si ya les cuesta escuchar una canción entera, difícilmente pasarán de la tercera línea de una reseña. Ya ni siquiera se presta atención a las críticas de cinco líneas de suplemento de ocio. Hoy se estila la puntuación global del disco, tres pistas indicando «suena a…» y dos canciones recomendadas. No vaya a ser que alguien pierda un poco de su preciado tiempo degustando un álbum completo acompañado de un reportaje más o menos extenso.
En ese clima, una figura como Ignacio Juliá (Barcelona, 1956) aparece casi como bendita rareza llegada de otro tiempo. Sus textos —sabrosos, con sustancia e intermitentes tics literarios— invitan a abrazarse a otro modo de concebir este antipático oficio de escribir (no siempre bien) de la obra de otros. Quienes así lo deseen tienen aquí un recomendable … Seguir leyendo