La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Cuando una canción de Suede era lo más importante del mundo

Un libro, recién editado, nos ha invitado a viajar a un pasado fascinante. Se trata de Tardes de persianas bajadas (Contra), el volumen en el que Brett Anderson, cantante del grupo Suede, revisa los años míticos de la banda. Apela,de manera especial, al periodo que va desde la edición del single The Drowners en 1992 hasta la llegada del fulgurante elepé Coming Up, en 1996. Cuatro años fascinantes en los que se gestaron algunas de las canciones más importantes del pop británico de los noventa. Pero también un tramo temporal en el que se produjo un reguero de pasión como pocos grupos han logrado

Suede eran ingleses hasta la médula, pero muy diferentes sus compañeros de generación. Poco tenían que ver con el macarreo de Oasis, el espíritu lúdico de Blur o el cinismo de Pulp. De hecho, sin citarlos explícitamente, Anderson marca mucha distancia, especialmente con … Seguir leyendo

Suede, grandeza nostálgica a la orilla del mar

Suede
Noroeste Pop Rock
Playa de Riazor, A Coruña
9-8-2013

Fueron grandes en los noventa y continúan siéndolo dos décadas después, aunque sea tirando de retrovisor. Los británicos Suede firmaron anoche una de las páginas más brillantes de la historia del Noroeste Pop Rock, a situar junto a la visita de Paul Weller en el 2006 o la de The Cure en 1998. Apelando a sus grandes armas -elegante presencia escénica, cuerpo a cuerpo musical y un repertorio de perlas incontestable- convirtieron la playa coruñesa de Riazor en un paraíso de nostalgia brit. Muchos de aquellos que los bailaron a los veintitantos, los disfrutaron en vivo ayer. Y aunque nada sea lo mismo por una noche revivieron el escalofrío de aquella juventud que la banda musicó con So Young.

Tardarían en llegar a ella. Antes había que pinchar a la audiencia poco a poco. De arranque optaron por Seguir leyendo

La resaca de la guerra romántica

Existen discos, que al escucharlos, se siente eso de que son “más grandes que la vida misma” como dicen los americanos. Y algunos, paradójicamente, lo son por retratar esa vida tal y como es, sin edulcorantes de ningún tipo. Dog Man Star, el estratosférico segundo elepé de Suede, pertenece a esa clase. La de los álbumes que cogen a una persona de veintipocos años, con el estado alterado, la sensación de que le queda mucho por vivir y las endorfinas en plena revolución,… y se convierten en su banda sonora oficial. Un disco de claroscuros, pero con muchos más oscuros que claros. Un disco sobre vivir ensimismado, intensamente y al límite, para luego rebozarse en la resaca que deja todo ello. Un disco acerca de sentir (y sufrir) el romanticismo a flor de piel, a golpe de tragedia y estallidos de una gloria que se antoja efímera.

Este álbum, … Seguir leyendo