La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Xoel López se redescubre en vinilo

Hoy sale a la venta la versión en vinilo de «Atlántico», el disco que Xoel López editó en el 2012. Fue el primer álbum a su nombre y, lejos del pastiche de estilos que pueden sugerir las críticas, se mostró como un trabajo mestizo y fascinante, que recogió toda la aventura americana de su autor con inusitado acierto. Esta revisión sirve de excusa para recordar un disco francamente delicioso.

Hay escapadas que esconden bendiciones para un hombre y un creador. La que hizo Xoel López en el 2009 con rumbo incierto a Sudamérica, se reveló como tal. Vagando aquí y allá, la persona descubrió otra forma de ver la vida -pausada, anónima, siempre cambiante- y el artista se empapó de mil y una músicas -milonga, cumbia, bossanova- que poco o nada tenían que ver con el molde anglosajón por el que se había movido hasta entonces. Todo caló. Nada … Seguir leyendo

Guns n’ Roses «Appetite for Destruction» (Geffen, 1987)

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Este es EL DISCO. Sí, señores, ni Loveless, ni Stone Roses, ni Doolittle, ni Nevermind ni leches. Antes de siquiera saber qué era eso del indie, si existe un elepé que puso realmente patas arriba a toda una generación en tiempo real, justo cuando ésta empezaba a tomar uso de razón musical, fue el extraordinario Appetite for Destruction de Guns n´Roses . Si me apuran, me atrevería a decir que sólo el The Joshua Tree de U2 y, poco después, el And Justice For All de Metallica pudieron superarlo como punto de encuentro entre todos los adolescentes de la época que escuchaban música “de verdad”.

No era para menos, los Guns n´Roses de aquel entonces eran un cocktail verdaderamente explosivo. Por un lado, poseían una actitud pasada de vueltas ideal para las hormonas afiladas y una imagen que ya forma parte de la iconografía del rock … Seguir leyendo

Teenage Fanclub “Grand Prix” (Sony, 1995)

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Existen discos que parece que están ahí para ser adorados, sin más consideración. Elepés completamente fuera de tiempo que no necesitan impresionar a nadie, que solo es cuestión de dejarlos sonar para que el flechazo sea instantáneo. Son álbumes que solo se pueden rechazar con la razón y la represión dogmática (ya se sabe: que si son retro, que si no innovan, que si los Byrds lo hicieron antes mejor…), pero desde luego no con el corazón.

Grand Prix, el cuarto álbum de los escoceses Teenage Fanclub, es de esa clase de discos. La sensación que produce su escucha es similar a la de estar desbordadamente enamorado y no saber muy bien qué hacer: si besarla, si achucharla, si cogerla de la mano, si…!buff! En efecto, nos referimos a ese estallido de emoción interna con el que no se puede parar de emitir suspiros, hacer gestos de “pero ¿cómo … Seguir leyendo