La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Un curioso en medio del pantojismo

Isabel Pantoja
Palacio de la Ópera, A Coruña
8-12-2013

Impresionante. A la quinta canción Isabel Pantoja ya había recogido dos ramos de flores, escuchado un «¡Vivan tus ovarios!» dicho a voz en grito y tenía al público literalmente comiendo de su mano. Levantando el mentón y mirando al infinito con la sonrisa petrificada, la artista se daba un baño de aplausos y adoración. Acababa de interpretar, rabiosa, Pero vas a extrañarme. Lo hizo como si estuviese pisoteando a un insecto, exagerando la lija de su voz y la vena hinchada de la garganta. Y el público, buscando un destinatario del desaire en sus pensamientos, se lo agradeció elevando al infinito la adoración.

Uno, que cubría la información para La Voz, se encontraba entonces boquiabierto. De verdad, no sabía a dónde mirar. El espectáculo, en principio, se encontraba en el escenario. Pero lo de las butacas resultaba algo … Seguir leyendo

Los bises son para quien los merezca

Primal Scream
Santiago, Plaza de la Quintana
6-9-2013

Quizá los noventa queden ya muy lejanos y la sangre de quien los echa de menos no burbujea en las venas como entonces. Pero lo cierto es que ya van dos llamativos toques de atención al respecto en Galicia. Dan que pensar. Si en agosto el sinsentido lo protagonizaban unos Suede pletóricos y esforzados que se las vieron en el Noroeste Pop Rock de A Coruña ante una audiencia gélida en su mayor parte, ahora el bofetón de realidad llegó con Primal Scream. Y quizá más grave. Si Suede tocaban en un evento gratuito en donde, por lógica, acudían muchos curiosos que los desconocían, Primal Scream lo hicieron en un concierto de pago ante los que, en teoría, son sus fans. Es decir, jugaban en su terreno. Pero no, el fuego no se llegó a encender. En Riazor Suede, ante tal … Seguir leyendo

Dover sucumbe a su propia nostalgia

Dover
A Coruña, Le Club
2-2-2013

Resulta cómodo moverse en el dogma. Sí, los conciertos-revisión de disco mítico son una concesión estéril a la nostalgia. Algo negativo, per se. Y punto. Un palo en la rueda que hace girar la música. Lo da a entender Simon Reynolds y lo repiten muchos de los acólitos. Todo hasta que tocan la fibra con uno de ellos. Ya se sabe, el álbum aquel que le cambió la vida al fan en la adolescencia. El que puso b.s.o. al primer año de universidad. El que hizo que dejase de escuchar determinados estilos en favor de otros. Ahí la emoción obliga a replantearse esos principios que, más que a lo emocional y puro, responden a lo político y artificioso. Vamos, que si la cosa pasa porque Sonic Youth te toquen en los morros el Daydream Nation enterito se hace una excepción.

Ays, pero no … Seguir leyendo