La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Terminé ayer de ver “Luis Miguel, la serie”, que me gustó un montón. Desconocía la totalmente la historia del astro latino (¡vaya océano de ignorancia que a veces tenemos los que hablamos de música pop!). Por eso, cosas que son de dominio público como la figura del tirano de su padre, la falsedad de su lugar de nacimiento o el misterio que envuelve a la desaparición de su madre eran inéditos para mí. También los avatares de su estratosférica carrera.

En ese sentido, hay un momento que me gustó especialmente. Ocurrió a principios de los 90 cuando la falta de producción de Juan Carlos Calderón, su compositor, obligó a dar un imprevisto giro en su trayectoria. De pronto, Luis Miguel se vio sin canciones a pocas semanas de verse obligado a entregar el disco que tenía que grabar por contrato. Se barajaron diferentes opciones, hasta que de repente surgió la chispa: un álbum revisando boleros.

Ojo, estamos hablando de 1991, un momento en el que la fiebre “retro” actual no existía y donde resultaba más complicado articular viajes al pasado y a las “esencias” de la música. Para ello recurrió a Armando Manzanero, un cantautor mexicano, para la producción. ¿El título? Romace. ¿El repertorio? No me platiques más, Te extraño, Contigo en la distancia y muchas otras piezas clásicas registradas originalmente en los años cuarenta, cincuenta y sesenta.

Pero en la compañía no lo veían nada claro. Es más, en la serie se ve cómo hicieron una suerte de estudio de mercado con encuesta a sus fans. Los resultados predecían una auténtica catástrofe: la mayoría de los fans de Luis Miguel le darían la espalda. Sin embargo, el equipo de la estrella pop siguió adelante con el plan.

Y, contra todo pronóstico, aquello que convirtió en el mayor éxito de su carrera hasta la fecha. Se despacharon miles de copias. Los conciertos de la gira de presentación agotaron entradas en todos los países de Latinoamérica. Y una nueva generación se enganchó a los boleros. Hubo más discos tras él. Y hubo muchos otros artistas pop que se interesaron por el género para tirar del hilo.

A veces hay que ser un poco obstinado y desafiar a las predicciones para romperlas totalmente.