La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Hoy hubo fiesta pop en A Coruña. Los Crystal Fighters dieron un concierto que se expandió como una onda sísmica sobre la sala Pelícano. La gente bailó, botó y gritó. Se abrazó, se cogió de la mano y alzó sus brazos al cielo, siguiendo las instrucciones fraternales del grupo. Por momentos, se podría decir que la euforia había conquistado totalmente la sala. Y que pocos, casi ninguno, se llegaron a resistir al contagio de esa vitalidad. Por eso resultó sorprendente que cuando finalizaron el bolo pocos pidieran un bis. Ni un 5% del público se puso a aplaudir, a pedir otro tema y continuar exteriorizando su euforia. Todo lo contrario. El grupo volvió igual al escenario. Y solo ahí, cuando se vio su silueta, retornaron los aplausos.

Hace tiempo que percibo ese comportamiento en el público y noto que cada vez va a más. ¿El bis, al darse por supuesto, no merece el más mínimo esfuerzo? ¿Para qué malgastar un aplauso o soltar un alarido? La cosa no va con uno y, total, el artista va a salir igual. Lo cierto es que cuesta encontrar un concierto de esos en los que la gente termine haciendo “¡oe, oe, oe, oe!” como otrora resultaba común. No hablamos de pequeños bolos en los que no se rompe el hielo con el público. Para nada. Lo de hoy fue un ciclón pop. Pero al llegar el momento de pedir la vuelta al escenario todo se desinfló incomprensiblemente.

Recientemente, observé algo parecido con Carlos Sadness en el Playa Club. Había unas 500 personas enloquecidas, coreando todos sus temas, jaleando los movimientos del cantante y riendo cualquier cosa que este dijera. La sublimación del fan total, en definitiva. Sin embargo, al irse al camerino, se hizo un silencio incomodísimo. Las devotas miraban en una dirección: su móvil. Semeja que ese momento, que tradicionalmente se usaba para pedir “¡Otra, otra, otra!», se use ahora para revisar los mensajes o ver las fotos hechas con anterioridad.

Ante esa situación no sería de extrañar que llegase un momento en el que los artistas dejen de hacer ese extra que, visto lo visto, empieza a dejar de tener sentido. ¿El bis solo para quien lo merece? Tiempo al tiempo .