La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Fue, sobre todo, una actuación emocionante. Tanto que se pudo ver llorando incluso a una chica entre el público. Tanto que, al final, un señor se dirigía a Alberto Martínez para que le firmase el disco diciéndole que eran «el mejor grupo gallego desde Golpes Bajos». Tanto que todos los asistentes a su debut en A Coruña salieron de la Casa Tomada satisfechos. O por lo menos eso parecía leerse en sus caras. Todo porque Chicharrón, uno de los proyectos estrella del pop del 2014, llevó sus canciones al escenario y las hizo crecer.

Reforzados con teclados y batería en directo, el trío carballés funciona ahora como quinteto y saca fuerza y corazón de unas canciones que se rebozan en la pérdida y que apuntan hacia un mañana mejor. Con sinceridad. Con la sensación de que esto tiene que ser así y no de otro modo. Con autenticidad, en definitiva. Y eso se transmite, se contagia y se queda instalado ahí dentro. El grupo que no saldrá en las listas de lo mejor del año pero que ha grabado uno de los grandes discos del año no defraudó. Pero lejos de dar el concierto definitivo pareció indicar que este siempre será el siguiente.

Antes de ellos Edu Poch mostró en público su proyecto Ocre. Pese a la limitación del modelo cantante + portátil + guitarra sorprendió y dejó un gran sabor con su pop electrónico de intenciones (y resultados) atmosféricos. Una vez más, gracias a los grupos, a la Casa Tomada y, sobre todo, a todos los que han asistido.

Próxima parada: el 31 de enero de 2015 con A Veces Ciclón + Apenino.