La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Lo siento mucho de los vigueses Linda Guilala es una de esas canciones que atrapará desde el primer momento a ciertos corazones. Con un dibujo circular que invita a cerrar los ojos, una voz en bucle amenazando tormenta y las guitarras convirtiendo la amenaza en realidad, traslada a un momento en el que en España se empezaba a recoger el eco de lo que bandas como Ride, My Bloody Valentine o Chapterhouse hacían en Inglaterra. Dentro de ese discurso, se inserta un mensaje repetido con malsana manera mecánica (“Lo siento, no te quiero engañar / No va a pasar, va a dolerte siempre”). Se hace sitio entre detonaciones de ruido. En ese mismo momento el oyente, que aún sigue con los ojos cerrados, se da cuenta de que ayer lloraba el fin de Nadadora y hoy sonríe por la aparición de Xeristar, el mini-lo que recoge, lo nuevo de Linda Guilala.

Antes estuvo el indie-pop sintético de Bucles Infinitos (2009), su album de debut. Entonces, cuando la nave la comandaban solo Eva e Iván, el trazo era nítido y claro. Ahora, convertidos en trío con la incorporación de Bruno, ocurre todo lo contrario. Se impone la bruma, los ambientes enrarecidos, lo difuminado y la agradable sensación de tener que penetrar en el jardín de cada canción para dar con su melodía. A Lo siento mucho le acompañan otras cinco piezas dentro de este trabajo, editado en bonito vinilo transparente de 10 pulgadas. En todas ellas se dan distintas combinaciones del mismo pop enmarañado, algo que sentará a las mil maravillas a esos ciertos corazones a los que se apelaba en la primera línea. Concretamente, todos aquellos que en su día, cuando el indie patrio decidió darle portazo al agonizando pop-rock español de FM, se enamoraron de la languidez, el ruido y ese algo que solo abrazándose a lo pequeñito se puede sentir.