La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Nada es casual. Ni los chalecos, ni los sombreros, ni los lazos. Son simples pistas visuales de lo que el oyente se puede encontrar en There’s A Man With Gun Over There. Se trata del cuarto trabajo de unos NIÑO y PISTOLA totalmente enganchados al imaginario del folk-rock americano de finales de los sesenta y principios de los setenta. En ese album se han puesto lo más cerca posible de sus héroes musicales, les han rendido pleitesía con sus canciones y han firmando un disco de género que el grupo conecta, en su espíritu, con el decadente momento actual. Manolito Portolés, cantante y guitarrista de la banda, lo explica. Hoy viernes 26 de abril lo presentan en la sala Le Club de A Coruña. Mañana, 27 de abril, lo harán en La Iguana de Vigo.

-Leo en Mondo Sonoro un titular que dice “Este disco es una apología del rock”. ¿Me lo puede explicar?
-Bueno, lo decimos en el texto que va dentro del propio disco. Señala que algo así no podía existir sin los discos de Neil Young, The Band, The Beatles o Fairport Convention. Un poco es eso, nos declaramos abiertamente fans de esos grupos y proclamamos, de alguna manera, que el disco sale de ahí, de intentar emular a esos favoritos. De hecho, en el álbum hay frases musicales y melodías robadas de otras canciones, cosas como The Weight de The Band, alguna cosa de Fairport Convention o George Harrison. Se trata de hacer un homenaje a todos estos grupos y compositores. Por eso nos gusta ese término de apología del rock.

-Vamos, que no habrá ningún problema si os comparan con otros grupos.
-Nunca lo ha habido. Nosotros hemos reconocido nuestras influencias e inspiraciones desde el primer momento. Creo que todo el mundo las tiene. El que dice que no está mintiendo. Inventar algo nuevo sin ninguna influencia evidente está al alcance de muy pocos. 

-Un parte del rock independiente español busca raíces autóctonas, inspirándose en el flamenco, la música mediterránea o el folclore asturiano. Su caso es todo lo contrario: se abrazan al imaginario del folk-rock americano. ¿Es quizá una reacción? 
-Tiene que ver con lo que te decía antes. Antes de nada somos melómanos y nos gusta la música. Vamos a todos los conciertos que podemos, compramos discos, vemos documentales de música, etcétera. Entonces intentamos, de alguna manera, formar parte de lo que nos gusta. El 90% de la música que escuchamos ahora mismo es música americana y de esos tintes clásicos de folk-rock. Sé que no somos los únicos y puede que suene un poquito a tendencia.

-Sí, del mismo modo que le hablo de las raíces autóctonas, también es cierto que dentro del indie se apela a estos sonidos de folk-rock.
-Nosotros lo hacemos porque es la música que escuchamos. Yo no sería honesto haciendo un disco de flamenco o de noise, porque no es lo que escucho. Si lo que escucho es folk-rock americano y los discos que tengo son de ese palo, es ahí en donde me siento cómodo. Por eso quiero emularlo, parece sentirme más cerca de Neil Young, Robbie Robertson o Bob Dylan.

-El disco es conceptual, un termino que se asocia al rock progresivo y sobre el que hay muchos prejuicios. ¿No les dio reparo?
-No, para nada. De hecho, el disco es conceptual en varios niveles. Las canciones surgieron enlazadas, lo que creaba dos bloques de música ininterrumpida de veinte minutos, con sus diferentes pasajes. Nosotros siempre trabajamos la música primero y después las letras. Por ello, una vez que teníamos toda la música, con todas sus partes y sus cambios, nos pusimos a escribir las letras. Tenían que ir acordes, narrando una historia. Esta es la un jornalero americano en los años cincuenta, que está cansado de su vida y de su trabajo. Entonces decide comprar un arma, matar a su jefe y empezar una especie de revolución personal individual. Aquí hay una segunda profundidad dentro de lo conceptual, que es relacionarlo con la situación actual de crisis del sistema y de los valores. Con ello, este disco alienta un poco a a la revolución, que hoy en día es necesaria. Es nuestra forma de aportar algo. Tampoco es que seamos una gente súper activa ni revolucionarios, pero de esta manera mostramos nuestro descontento. Pero, además de ello, hay una reivindicación del consumo de la música, tal y como se hacía antes. En la actualidad parece que la música se está convirtiendo en comida basura, en el sentido de que se consume rápido y sin prestar atención. Lo importante es bajarse el disco antes que nadie, escucharlo y a la semana siguiente, cuando ya pasó de moda, dejar de escucharlo. Nosotros buscamos hacer una obra más pausada y más tranquila, que la gente pueda profundizar en ella todo lo que quiera. De hecho, creo que tiene muchas capas a las que puedes llegar. Puedes escuchar las canciones por separado. Puedes escucharlas todas seguidas, que es como nosotros recomendamos que se haga. Puedes, incluso, penetrar en la historia que cuenta las letras. E ir más lejos, metiéndose en los guiños que hacemos a la música folk-rock clásica de los setenta y ver cómo pensamos. Esto va más allá de una colección de canciones rápidas, de hits que se consuman en una semana y luego se olviden. Nuestra idea es esa, otra cosa es que la gente llegue a ello.

-Hay críticas respecto a su planteamiento. Dicen que si lo que pretendían era llamar la atención sobre la crisis actual resulta un tanto enrevesado hacerlo en inglés, ubicando la historia en un jornalero de los años cincuenta y situándolo todo en Estados Unidos. ¿Se lo han planteado?
-Sí, pero creo que es mejor hacerlo de esta manera que no hacerlo. ¿Por qué vas a hacer una metáfora en vez de decir las cosas tal cual? Pues porque decides hacer una metáfora. El disco está ahí y es lo que es porque es lo que nos apetecía hacer. Es la música que nosotros escuchamos, algo totalmente sincero. Si la gente quiere criticar o protestar porque lo hacemos en América pues, bueno, que proteste. A nosotros francamente eso nos da igual, porque estamos contentos con lo que hacemos. Si a lo mejor hubiéramos situado la historia en Galicia y fuera un paisano y no se qué la gente podría decir “¿Y por qué no sitúas la historia en tu pueblo?”. Si la sitúas en tu pueblo te podrían decir “¿Y por qué no la sitúas en tu casa y eres tú?”. Son niveles de profundidad a los que uno puede decidir acogerse o no. La historia de un jornalero americano que decide cargarse a su jefe nos parecía que encajaba más con el ámbito musical en el que estábamos trabajando, que también tiene mucho de jugar con los clichés. Nosotros nos apoyamos en eso en la música, ¿por qué no apoyarse también en el plano lírico-estético? Esa es la razón. Lo que hicimos está ahí y si lo hicimos así es porque decidimos darle ese nivel de profundidad a esa protesta.

-De su trayectoria es el disco más roquero y el que más cuerpo tiene. ¿Es quizá con el que más contentos han quedado?
-Sí, al terminar de grabar un disco y en las presentaciones siempre piensas es el disco con el que más contento estás. Nosotros notamos una evolución total a la hora de trabajar. Esta es la primera vez que sentimos que hemos hecho un disco, con sus desarrollos y su estructura. El hecho de que las canciones estén en bloques hace que en directo nos metamos más en la música y que la gente lo disfrute más. Los conciertos están funcionando mucho mejor, estamos vendiendo muchos discos y creo que es un buen síntoma.

-¿En directo va el disco del tirón? 
-Lo tocamos entero, pero no exactamente en el mismo orden. Primero tocamos lo que sería la cara b y antes la cara a  y, claro, temas de disco anteriores. Los desarrollos los tocamos como en el disco. De todos modos, al disco le quisimos dar un carácter muy de estudio con muchos arreglos y cosas que no respetamos al 100% en el directo. Por otro lado, en directo tenemos mucha más potencia. Nadie nos ha dicho que desmerezca al disco sino todo lo contrario.

-Destacaron en el pasado por los videoclips. ¿Alguna idea flotando para este?
-Lo hemos pensado. Hacer un corto o un mediometraje, pero el problema es el tiempo, el presupuesto, todo. Nosotros al final no vivimos de la música y el tiempo es limitado. Pero sí que le hemos dado vueltas, incluso a la idea de hacer un cómic.

-Una curiosidad:¿sus jefes han escuchado el disco?
-Yo no tengo jefes, soy autónomo, pero deberían desaparecer todos [risas].  

Foto: Luis Diaz