La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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El destino se ha mostrado caprichoso. El maestro y sus mejores discípulos se volverán a encontrar de nuevo. Y los dos, para hacer la coincidencia más perfecta, tras diez años de silencio. Vamos, que ni que estuviera programado. Ayer David Bowie y Suede anunciaron que volverán al estante de novedades discográficas en marzo. El primero, en sorpresa total. Prácticamente todo el mundo lo daba por retirado definitivamente tras su espantada en el 2004 y sus problemas de salud. Respecto a Brett Anderson y su troupe, tarde o temprano tendría que volver a pasar. Les gustan demasiado los escenarios y los baños de masas (así como el dinero, se entiende) como para seguir con sus pequeños habitáculos personales. Se trata de dos grandes noticias que dibujan una bonita sonrisa al arranque musical de este 2013.

Lo de David Bowie se enmarca en el primerísimo nivel. Es uno de los (más) grandes. Que la historia del rock se quedase sin su última etapa no podía calificarse más que de tragedia. La coyuntura se muestra ahora muy favorable para él. No estamos en los noventa, época en la que se disparaba sin miedo a los dinosaurios que, supuestamente, no tenían nada que decir. Todo lo contrario, algunos de los mejores álbumes de los últimos tiempos han llegado precisamente de ese subgénero que podíamos calificar como crepúsculo rock. Artistas legendarios que, más allá de los sesenta, enfilan una carrera con otras pretensiones e inquietudes, mostrando uno de los escasos perfiles semivírgenes que le quedan a la música popular. Ahí está, entre muchos otros, el majestuoso tramo último de Johnny Cash, las emocionantes arrugas sonoras del Bob Dylan de los últimos 15 años o el apoteósico retorno de Leonard Cohen. Aunque Bowie aún no haya llegado a los 70 (ayer cumplía 66), la posibilidad de verlo envejecer creando se presenta realmente apetecible. Y con estos precedentes aún más.

Videoclip de «Where Are We Now?» de David Bowie

Por ahora solo conocemos el single de adelanto, Where Are We Now?, un tema que como bien apuntaba en Twitter el crítico Héctor G. Barnes se muestra deudor de Thursday’s Child, la canción que abría Hours (1999). En ese sentido, se podría considerar que el Duque Blanco retoma su relato en el punto en el que lo dejó poco antes de su retirada. Pero hay más conexiones con su propia obra. Tirando por la melancolía y el medio tiempo con frenazos, el tema acoge multitud de evocaciones a lugares de Berlín (la plaza Potzdamer o la discoteca Dechungel por ejemplo) y una letra que sugiere una especie de paseo por las ruinas sentimentales de una persona. ¿Un retorno a su etapa berlinesa? El 11 de marzo conoceremos el desenlace. Ese día saldrá a la venta The Next Day, el disco que ha producido Tony Visconti y del que ya ha trascendido el track list.

Videclip de «Barriers» de Suede

Respecto a Suede, se impone bajar el listón musical. Barriers, el tema que la banda británica lanzó desde su web no invita a desbordar entusiasmo, como ocurría en el pasado con cada uno de sus singles. Surge como un simple (y correcto) adelanto para testar la temperatura: una pieza de guitarras afiladas al estilo de la época Dog Man Star, con una pizca de épica final, pero sin la pegada exigible al combo de Brett Anderson. Hay que tomárselo como un simple adelanto de Bloodsports, el álbum que verá la luz también en marzo en fecha aún por determinar. Como single se editará en febrero It Starts and Ends With You y, aunque en el subconsciente colectivo no se aguarde nada grandioso teniendo en cuenta los últimos días de la banda y las trayectorias posteriores de sus miembros, siempre queda un resquicio de optimismo. Si tras la debacle personal del excepcional Dog Man Star (1994) lograron resurgir con el soberbio Coming Up (1996), ¿por qué no van a poder cegarnos de nuevo con su luz?

Sea como sea, la vuelta de Suede, aunque sea con material flojo, ha de tomarse como una buena noticia. ¿Por qué? Porque podremos volver a disfrutar de su directo. Tal sucesión de himnos perfectos interpretados por una banda totalmente solvente no tiene parangón en el pop inglés actual. Así que, cediendo a la nostalgia, habrá que recibirlos también con una sonrisa. ¿Qué tal encabezando el cartel de algún festival gallego? Uno de los imagina perfectamente, por ejemplo, en el Noroeste Pop Rock. Y si luego, a mayores, dan la campanada creativa, por favor: abrámosles los brazos con la misma ilusión con la que lo hicimos el pasado. Se les echa tanto de menos…