Con lo que se despilfarra diariamente, incluso habrá quien opine que 30.000 euros suponen poca cosa. Esa es la cuantía del Premio Nacional de Músicas Actuales, que concede desde el año pasado el Ministerio de Cultura para no se sabe muy bien qué y con un resultado práctico que tampoco se conoce muy bien. El primer galardón recayó en manos de Joan Manuel Serrat y el segundo, otorgado la semana pasada, en las de Amaral. Según reza la noticia, el Ministerio de Cultura ha elegido a los autores de Sin ti no soy nada “por su aportación a la renovación del panorama musical actual”.
Dos cosas chirrían. Y mucho. Primero, la propia existencia de ese premio cuya dotación económica está destinada a inflar (aún más) el bolsillo de artistas millonarios en plena crisis, algo que cabrea al común de los mortales. ¿Por qué? Pues porque semeja como si existieran dos ligas. Una, la de los artistas y políticos que manejan el dinero que no es suyo con una ligereza insultante. Otra, la división de la gente normal, la que que, tras asistir atónita a este espectáculo financiado con sus impuestos, se levanta para trabajar todos los días temiendo perder el trabajo, si es que no lo ha perdido ya.
Pero el despropósito no se queda ahí. La justificación de la elección tiene también su aquel. El argumentar como supuesto mérito para la concesión del galardón la “renovación” que Amaral ha dado al cosmos musical patrio -¿dónde? ¿cuándo? ¿a qué hora? ¿alguien lo puede explicar?- viene a ser, con perdón, una tomadura de pelo. A no ser que se tome como la sustitución de una cosa por otra similar, lo otro, lo de hacer algo nuevo, no hay por donde cogerlo. Al margen de la calidad que pueda tener su música, los zaragozanos jamás han asumido ningún tipo de riesgo sonoro. Todo lo contrario, se han hecho famosos tirando del AOR sensibilión a lo Natalie Imbruglia instalado en las antípodas de lo que se pretende agasajar. ¿Cómo calificaríamos entonces a La Mala Rodríguez?
Pero, bueno, aún queda opción para el riesgo, aunque sea a nivel externo. Resulta tremendamente fácil: que Eva Amaral y Juan Aguirre cojan esos 30.000 euros -que vienen a ser unos dos años de trabajo de algunos de los personajes que pueblan sus canciones con “conciencia social”- y se los entreguen a Ángeles González Sinde con un mensaje. Podría ser este: “Señora ministra, haga algo productivo con ellos o, bien, ahórrenlos para la que nos viene encima”. Y luego, si lo desean, que empiecen a trabajar ya en ese Kid A que seguramente dormita en su local de ensayo para dotar al significante «renovador» de verdadero significado.
Mucho nos tememos que no ocurrirá ninguna de las dos cosas.
P.D. En la otra cara de la moneda, la revista Ladinamo de Madrid ya no sacará más números ante la imposibilidad de mantenerse a flote económicamente.
un aplauso a tu artículo, javier… estas cosas son las q le dejan a uno con ganas de defraudar a hacienda así como a la empresa privada esa q son sus adláteres, los sgaes…
(otro tema hoy día son las salas de concierto q, yendo a entrada, si no les llevas un mínimo de gente, te cobran una «penalización»…)
ciertamente, en esta vida hay q moverse en la frontera de lo legal con lo ilegal, picoteando de todo… si no vivirás como un pringao toda tu vida…
Se echaban de menos nuevos artículos del blog.
Bienvenido!
tengo una curiosidad enorme por saber que van a responder Amaral a esto en la proxima entrevista, en esas de las que se van de guay. Muy buen articulo
Está claro que los que solemos pasar por aquí suscribiremos 100% lo que dice Javier. Pero, ¿qué podemos hacer para cambiar esta situación? Rajar en foros no cambia nada.
Saludos,
Estoy de acuerdo con lo que expones, pero no sé por qué te cebas tanto con Amaral y tan poco con Serrat.
En mi opinión, la concesión es excesiva para un solo premio (un premio de 10000€ me parece importante, y el resto lo dedicas a programar conciertos o lo que quieras… copón, que no es el Mercury Prize!), y debería haber unas bases mejor definidas. Porque Amaral sacó su último disco en… ¿2008? ¿2007? No este año, ni el pasado.
Si fuese algo con más criterio, este año se lo deberían haber llevado Delorean, o El Guincho, que sí que suponen una «renovación».
Saludos.
¿Alguien concibe que en los EEUU le den 40.000 dólares a Beyoncé o a Van Halen de dinero público por no se sabé qué coño de contribución a no se sabe qué?
Viva el Tea Party!!!
Estos premios son bastante raros, la verdad, a mi me parece tirar el dinero. Al menos, si se trata de premios a la renovación, pues se debería ser coherente con esa denominación, por que, como se dice por ahi arriba, Amaral hace tiempo que no sacan nada nuevo, y lo que tiene, no es precisamente algo super revolucionario (ya no digamos Serrat, que si merecerá premios a su carrera, a lo que sea, pero no tanto como renovador…). Pero bueno, este pais es asi, y parece que asi seguiremos durante bastante tiempo…
Por cierto, bienvenido de nuevo!
Lo que nos faltaba, otra muestra más del escándalo de la Sinde esta. No se puede ser más sectarista y peor ministra. Su guión en la película «Mentiras y gordas» lo dice todo.
PD: No se os ocurra perder el tiempo viendo la que considero la peor ¿peli? (si se le puede llamar así) de la historia.
A mí también me han chirriado bastante tanto concierto y festival organizados por el Xacobeo, es decir, organizados con DINERO PÚBLICO. ¿o es que hay dos varas de medir? Si los grupos que se llevan los premios son los que nos gustan a nosotros entonces ¿ya no nos quejamos?. Si traen a grupos con nombre al MOnte del Gozo o a cualquier otro festival financiado con nuestros impuestos, pero esos grupos nos gustan, entonces ¿ya no decimos nada? ¿ya no criticamos?
Saludos
Fdo: Un obrero en paro desde hace tres semanas.
antes de nada, totalmente de acuerdo con el 99% de lo que aquí se ha escrito, pero creo que es un tema más complejo de lo que parece, mi duda es si el premio está bien, pero el premiado y sus porqués no, es decir, molaría si se le diese a la mala, a TAB o a algún nuevo artista realmente rompedor y novedoso, o por el contrario si el premio en sí es una cacicada para ayudar a colegas gubernamentales monopolizadores de la cultura patria a construirse un nuevo estudio de grabación casero donde «cocinar» esa música rompedora y renovadora digna de 30000 pavos.
de vez en cuando también estoy de acuerdo con javier, aunque «solo me pongo en vez en cuando…ay ay… «
para empezar creo q lo mejor es ni comprar nada de esos «renovadores», siguiendo con no ir a sus bolos, y tampoco votar a gente q despilfarra eso en cultura… se me ocurre ahora… seguro q hay más q hacer. No comprarles, puesto q ya recibieron su parte de nuestros impuestos. Hay q gastar en otros ahora. y si pueden ser de los q no pagan sgae, mejor q mejor.
Sí Don Carlos, pero eso ya lo hacemos, no? Pero qué podemos hacer para cambiar la cultura musical de este país?
Cuando mi primo tenía 10 años le gustaba Raúl (el de «Sueño su boca», todo un hit estival). Intenté que no tirara su vida por la borda regalándole en su cumpleaños los discos Rojo y Azul de los Beatles. Me parecía una buena forma de empezar. Nada, fracaso total. Hoy casi ni nos hablamos y fijo que le mola Amaral. Jeje.
Otro blog con una visión interesante del asunto, que suscribo al 100%:
http://blogs.publico.es/eldetonador/438/no-se-enteran-de-nada
i agree 100%!!! un complemento a tu artículo muy bueno, y abordando el mismo problema institucional… qué hacer? ante la industria discográfica lo único q podemos hacer es ignorarla y no soltarles un duro… aunq da =… ellos tienen otros medios, como los impuestos que pagamos del 1º al último. y la sgae se queja y sigue recibiendo miles de millones de todos… ¿qué os parece la última medida? que sólo pague el particular… bochornoso
Señor Becerra: usted no esta legitimado para hablar de riesgo. Ni artístico ni vital. No sabe usted ni de que color es.
Por lo demás este post no es mas que una sarta de mentiras mal traídas para lograr el aplauso fácil.
Me parece intolerable todo: el premio, el que se lo den a ese grupo y los motivos por los que se lo han dado.
No me voy a meter con Amaral. Me quedo con la frase del blog que dice: «Primero, la propia existencia de ese premio cuya dotación económica está destinada a inflar (aún más) el bolsillo de artistas millonarios en plena crisis, algo que cabrea al común de los mortales».
Estoy totalmente de acuerdo. No entiendo esta manía de inventarse premios que hay ahora. Galas, premios, con actuaciones de viejas glorias y duetos para ignorantes. Estas galas son para la gente a la que no les gusta la música: igual que la ceremonia de los Oscars es para gente a la que no le gusta el Cine (o al menos, el buen cine). ¡¡¡La Pu….manía de los premios!!!!. Son galas políticas, para amiguetes de la SGAE (como la de los Goya).
AAARRGGGHHHHH!!!!!!