Quítese de ahí, que molesta
Una plaga se ha instaurado en el periodismo y bloguerismo musical: el mira-que-guay-soy, el cómo-controlo-y-que-background-tengo, el yo-estaba-allí-y-tú-no y demás mutaciones de un mismo mal: el autobombo. Se supone que todos los que le dan a la tecla pecan de vanidosos de una u otra manera, pero de verdad hay veces que la cosa se convierte en un verdadero estorbo. Como una sombra que se proyecta sobre lo que en verdad importa -la información, la profundidad y la reflexión- viene a ser el equivalente periodístico al tipo que se pasa todo el concierto hablando y no deja escuchar a los demás.
No nos referimos a las plumas que desde su experiencia personal -que puede ser relevante y oportuna- establecen un kilómetro cero sobre el cual tirarse sobre la obra de un artista, la crónica de un festival o lo que sea. Tampoco al uso de la primera persona como recurso … Seguir leyendo